Recordar la magia de Gabriel García Márquez, al cumplirse 50 años de la primera edición de la novela “Cien años de soledad”, reafirma que “lo esencial es no perder la orientación”.
Ese realismo mágico de Gabo, representado en el mundo de Macondo, encubre lo lúgubre de un pueblo dominado por la violencia y las dificultades diarias, por ello enseñó que el hombre “extraviado en la soledad de su inmenso poder, empezó a perder el rumbo”.



