Queridos correligionarios de esta región tan regional y pueblos circunvecinos de los alrededores cercanos, hoy les hablo como gobernador electo elegido por los electores de esta sección electoral, no como la persona que suelo ser cuando soy yo comúnmente de manera cotidiana todos los días, no, de ninguna manera, y no quiero que se me malinterprete ni mucho menos entiendan de manera equivocada mis acciones diciendo y comentando que tergiverso y confundo las cosas que digo y no hago, no, porque lo que les prometí en mi campaña como candidato a la candidatura del gobierno que dije que iba a gobernar, fueron promesas prometidas con compromisos descomprometidos pero nunca les mentí con mentiras de que yo iba a hacer esto y lo otro nomás como así, faroleando, como el Lara ese, y ustedes que dijeron, este individuo, hablantín y pocahontas, ya nos cuentió y sus lenguadas, tan largas como la esperanza de un pobre, nada más fueron pura demagogia, como quien dice de lengua me como un taco, y no señores, nada más son calumnias levantafalsos, despretigidores que me quieres desprestigiar, y eso no se vale, no señores, porque yo también tengo hijos y quiero que cuando crezcan sean prósperos y prosperen como su humilde servidor, que es el que les habla, o sea yo, y ellos, mis hijos, logren alcanzar los logros que yo logré, luchando contra los corruptos y rateros y los impunitivos, pero en eso estoy cuando el pueblo me sale con eso de que la inseguridad y el desempleo, quesque las obras y la salud, que la educación y la cultura, entonces me pregunto yo: ¿Y para qué tanto brinco estando el piso tan parejo? No se vale. Ahí está el detalle.

 

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