28.03.2016

Los árabes eran maestros del álgebra y de la alquimia. Esta última disciplina no será abordada aquí, aunque sí nos referiremos al álgebra como la parte de las matemáticas que emplea números, letras y signos para realizar operaciones aritméticas. Uno de los conceptos utilizados en álgebra es el binomio, expresión compuesta únicamente por dos términos separados por un signo de más o de menos.

Lejos de los árabes y de las matemáticas, vamos a utilizar el concepto más generalizado, el que dice que un binomio es un conjunto de dos personas o cosas tomadas como unidad o como elementos en equilibrio, o dependientes uno de otro, que desempeñan un importante papel en la vida política, económica y social de un país, un estado o una comunidad.

Anuncios

La prensa veracruzana habla de estrategias, acuerdos, pactos y hasta de binomios para desarrollar una jornada gubernamental de ocho años, que es la suma de los dos años que vienen, más los seis que le siguen. Hermosa imaginación. Dos de los partidos políticos muestran binomios perfectos e indisolubles. Un tercer partido, en crecimiento, nos desliza un tercer binomio en el que una de las partes es un político e intelectual de izquierdas, triunfador absoluto en la capital del estado.

En los casos rojo y azul, por coincidencia de apellidos, cuatro personajes creen que la población veracruzana lleva su mismo apellido en la piel, en la sangre y en el cerebro. Y les parece que todo está bajo control y sin problemas.

Pero, hagamos una remembranza de los binomios determinantes en la historia de Veracruz en los últimos 25 años. Recordemos sus aciertos y errores. Vayamos solamente a los binomios más importantes en las últimas administraciones. Traigamos a la mente los primeros recuerdos sobre cada uno de ellos: los buenos y los malos; los gratos y los ingratos; los que se aplauden y los que incordian. Aquí, van los más connotados binomios. De a uno por sexenio:

Dante-Gerardo/Patricio-Miguel/Miguel-Christian/Fidel-Rosa, y el actual, Duarte-Bermúdez.

De todos ellos, cada uno de los veracruzanos tiene su propia versión y su calificación más certera e inobjetable, lejos de opiniones publicadas (como decía Alemán).

Y en este ejercicio, hay un descubrimiento irrefutable. Hay binomios que funcionaron o funcionan, pero no siempre para bien.

Por ello, ahora las estrategias deben ser más precisas, si bien es cierto que las formas de pensamiento de los ciudadanos son más difíciles de identificar cuando se acerca la elección.

La elección venidera será de entre siete propuestas, destacando estos binomios:

Héctor-Pepe. Pero para que no suene mal, mejor Pepe-Héctor.

En el proyecto bianual de Héctor, lejos de la misoginia, su estrategia se plantea mediante tres binomios simultáneos, en los que operan mujeres: Héctor-Sonia/Héctor-Verónica y Héctor-Silvia. Se puede deducir que esto ocurre porque en este equipo los hombres están muy ocupados o porque son personajes menores.

Por parte del binomio azul, aparece el árabe que nunca pierde. El binomio padre-hijo: Miguel-Miguel, Miguel-Fernando. Van por ocho años de transparencia y prosperidad en las finanzas familiares.

El tercer partido en importancia maneja un binomio que integra la juventud y popularidad universitaria de Cuitláhuac con la ambición lopezobradorista: Cuitláhuac-MORENA.

Sin embargo, los tiempos presentes implican dejar la simplicidad y la “súper estrategia”. El desastre administrativo y financiero del actual gobierno acabó con la máxima socorrida de “haz lo que debas, aunque debas lo que hagas”. Por eso llegamos a donde estamos, al desastre del Golfo. Estamos en un estado demolido y desanimado.

Hubo algunos eficientes, pero hay que reconocer que la poca eficiencia lleva a la poca eficacia. Se excedieron los niveles de incompetencia, corrupción e impunidad. Ahora la elección a gobernador es inédita, porque hay dificultades frescas.

La realidad es que a los veracruzanos de hoy, pueden no interesarles nombres ni colores. Quizá ellos ya tienen el binomio a elegir, y este conjuga dos únicas cosas:

Eficacia y honestidad. Honestidad y eficacia.

Nada más. La vida enseña por quien luchar y a quien renunciar.

¿Quién de los candidatos con partido o independientes puede garantizar este binomio?

El que lo tenga será el gobernador.

(AF)

Publicidad