El Centro Gabo, proyecto público-privado que promueve la fundación dedicada al premio Nobel Gabriel García Márquez, seleccionó cinco cuentos que el escritor leía para “entender los secretos de una buena historia”. La lista la componen creaciones de Hemingway, Rulfo, Jacobs, Poe y Simenon. Aprovechando estos tiempos de reclusión por la pandemia de coronavirus, revisamos la lista del Centro Gabo para compartir una versión a los lectores de El Economista e invitarlos a leer al escritor colombiano.

Gabriel García Márquez, de quien el mes pasado se conmemoró el sexto aniversario de su muerte, es uno de los grandes maestros de la literatura universal. Entre sus libros más famosos se encuentran Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera y Crónica de una muerte anunciada. A lo largo de su carrera también escribió 38 cuentos, como “El cuento del gallo capón”, “El rastro de tu sangre en la nieve”, “El drama del desencantado”, “El espantoso agosto”, “La luz es como agua” y “La muerte de Samarra”.

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La narrativa corta de Márquez ha servido de inspiración para algunas películas. “En el pueblo no hay ladrones” fue adaptado al cine por Alberto Isaac en los años 1960. “Un señor muy viejo con unas alas enormes” fue adaptado por Fernando Birri en 1988; “La viuda de Montiel” la adaptó Miguel Littín en 1979.

Y sobre otros autores, el Centro Gabo seleccionó “cinco de los cuentos que García Márquez solía releer para entender los secretos de una buena historia”. Esta es la lista:

1. La breve vida feliz de Francis Macomber, de Ernest Hemingway

Este cuento del famoso escritor estadounidense, publicado en la revista Cosmopolitan en septiembre de 1936, García Márquez lo leyó por primera vez a los 26 años en un hotel de Valledupar y desde entonces, el escritor consideró que Hemingway se mantendría eternamente en la historia de la literatura universal, por crear cuentos magistrales. 

Márquez decía que Hemingway tenía aprendida la técnica para sobrellevar el éxito en el oficio narrativo a lo que llamaba “carpintería literaria”. El colombiano contó en una entrevista en 1985, para la revista Pluma, que “La breve vida de Francis Macomber” a su gusto era “uno de los cuentos más perfectos que se han escrito”.

La breve vida de Francis Macomber relata la historia de Francis Macomber, quien viaja con su esposa a África para cazar un León. En el cuento se refleja el miedo y la mayoría de edad que los hombres alcanzan cuando enfrentan a la muerte por primera vez. De acuerdo con Centro Gabo este cuento da unas pistas para entender el cuento de Márquez, El verano feliz de la señora Forbes.

2. La herencia de Matilde Arcángel, de Juan Rulfo

A Juan Rulfo, Márquez llegó por medio de la recomendación del poeta Álvaro Mutis, quien por primera vez puso a Pedro Páramo en sus manos. En una publicación del Centro Gabo se asegura que el autor de Cien años de soledad, pasó toda la noche en vela leyendo el libro que había llegado a su poder y quedó tan fascinado que leyó todo lo que había escrito Rulfo. 

La herencia de Matilde Arcángel, cuento incorporado a El llano en llamas en la edición de 1970, fue leído por Márquez en una revista médica que se encontró en un consultorio. En un homenaje a Rulfo en 1980, el escritor colombiano aseguró que desde que leyó aquél cuento no pudo leer a otro autor pues le parecían menores a comparación del escritor mexicano.

El cuento de Rulfo refleja el odio de un padre con su hijo, esto luego de que Matilde Arcángel, madre del niño, muere y Euremio Cedillo hijo debe quedar al cuidado de Euremio Cedillo padre.

3. La pata de mono, de W.W. Jacobs

García Márquez consideraba al cuento “La pata de mono” un buen ejemplo de cuento compacto e intenso, así lo resalto en el 2000 al responder a una carta enviada por un lector en la revista Cambio, el cual pedía la opinión del literato sobre los cuentos en el universo de la literatura. 

En este cuento, publicado en 1902, W.W. Jacobs relata cómo una pata de mono con poderes mágicos otorgados por un faquir de la India adquiere la facultad de conceder tres deseos a tres hombres, pero estos deseos tienen consecuencias catastróficas.  

No sólo a Márquez encantó este cuento, sino también a Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvia Ocampo, los cuales introdujeron dicho relato en su Antología de la literatura fantástica.

4. La verdad del caso del señor Valdemar, de Edgar Allan Poe

García Márquez reveló en 1981 que “La verdad del caso del señor Valdemar” era su cuento favorito de Poe, lo hizo a través de la columna “Como ánimas en pena” publicada en el periódico español El País y en el colombiano El Espectador. En aquella ocasión el escritor aseguró que este cuento era uno de esos relatos, los cuales deslumbran desde la primera vez que se leen y aseguro que este efecto provoca “que uno (lo) vuelve a leer cada vez que pude”.

La verdad del caso del señor Valdemar, cuento que ha recibido otros nombres como El extraño caso del señor Valdemar o Los hechos en el caso del señor Valdemar, fue escrito por Poe y publicado por primera vez en la revista American Whig Review en 1845, en este se relata como un hipnotista por medio de un experimento de hipnosis trata de detener la muerte de su amigo enfermo de tuberculosis.

En un artículo para el periódico mexicano El Universal, García Márquez refleja la admiración que sentía por Poe, con un análisis sobre la visión del escritor en su narrativa e invitaba a las personas a leerlo.

5. El Hombre en la calle, de George Simenon

El escritor colombiano había leído por primera vez este cuento en 1949 y por un infortunio no volvió a leerlo hasta 44 años después. De acuerdo con Centro Gabo, después de leer el cuento, Márquez regaló la antología en donde se encontraba y al olvidar el nombre del relato, por muchos años le fue enormemente imposible de encontrar. No fue hasta que en 1993, la editora Beatriz de Moura lograra conseguir una copia del cuento y se lo entregara al escritor.

Después de aquel suceso Márquez escribió el prólogo para la edición del cuento que publicó la editorial Tusquets en 1993 en español. Para el autor de Crónica de una muerte anunciada, George Simenon era un autor legendario, resaltaba su gusto por la forma en la cual escribía y su “fecundidad casi irracional”. 

El cuento es un relato policial en donde se narra la persecución de un hombre por las calles de París. Se trata en realidad de una cacería humana que dura cinco días y cinco noches. Un hombre ha sido asesinado y comienza la investigación. El lector asiste a una persecución en la calle, en los bares, el sospechoso es seguido permanentemente. El relato fue publicado junto a otros cuentos en una antología llamada Les Petits Cochons sans queue.

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