Arquitecto, docente, dibujante de historietas, pintor meticuloso y músico que sigue y admira la reconocida obra de Luis Eduardo Aute, en esta larga entrevista presentamos al maestro Ernesto Morosini Roseyón, a quien el autor Marco Tulio Aguilera Garramuño escribiera las palabras que acompañaron la inauguración de Tinta de luz, su primera exposición individual en el año 2018 en Casa del Lago de la Universidad Veracruzana. Morosini confiesa a Palabras Claras que en algunas ocasiones no planea el resultado final del trabajo, sino que permite que el desarrollo del dibujo le vaya llevando hacia sus propias necesidades. Y siempre ha estado convencido de que “A través del lápiz viene la emoción”, como aprendió desde los primeros días en las aulas universitarias.
Cree que lo que más impacta de su trabajo al observador, es la atención que dedica a los detalles. Insiste en ser prolijo y meticuloso al dibujar, porque al tratarse de un dibujo en técnica tradicional, cualquier error es notorio. Desde 2017 sus dibujos han sido publicados de forma regular en España, como integrante formal y socio de Extrebeo, una Asociación Cultural de Amigos del Cómic con sede en Extremadura, donde lo han distinguido como extremeño por afecto. Comenta que su inspiración surge de varias fuentes y se origina por los intentos de convertirse en caricaturista, por sus estudios en la facultad de arquitectura, así como en la apreciación de la naturaleza, en los paisajes, en los animales actuales y extintos y en la poesía de su padre, de quien le conmueve su sentido por la vida y el amor que profesaba a la naturaleza y a las personas, aunque con honestidad y crudeza nos presume que la producción de dibujos y acuarelas la realiza para sí mismo.
A pesar de haber recibido buenas críticas de sus trabajos, no se considera un artista, ya que no le corresponde adjudicarse esa distinción, con el argumento de que sus estudios no se enfocaron en las artes plásticas ni en la música, sino en la arquitectura y el urbanismo. Dice que sería formidable que su obra gráfica pudiera ser apreciada por las nuevas generaciones; sin embargo, reflexiona en que no persigue la trascendencia de su obra.
Y como a muchas personas les agradan sus dibujos, sus pinturas y sus diversas intervenciones artísticas, dejamos aquí el enlace https://linktr.ee/croquismx para que aquellas gentes interesadas puedan visualizar sus redes sociales con su trabajo gráfico, señalando también que en la plataforma Soundcloud ha subido algunas de sus piezas musicales.
¿Qué recuerdas de tu gusto inicial por el arte y sobre la primera ocasión en que por algún dibujo o alguna obra tuya, sentiste que eras un artista?
No puedo precisar con exactitud, pero tal vez a mis tres años de edad tuve en mis manos un par de libros de pintura: uno de Francisco de Goya y otro de Doménikos Theotokópoulos, mejor conocido como el Greco. Estos fueron mis primeros referentes pictóricos. Repasaba con asombro las imágenes de ambos libros una y otra vez, pero sobre todo las del Greco, que me impactaron por su dramatismo y su paleta de color.
Mis primeros cinco años los viví en la Ciudad de México, por lo que no me faltaron visitas a los museos. Sin duda, mi favorito era el Museo de Antropología e Historia, y en él, el memorable paraguas con su gran caída de agua. En ese entonces residíamos en un departamento del complejo habitacional Nonoalco-Tlatelolco, por lo que conocí de primera mano la obra de Mario Pani. Aún no imaginaba que algún día sería arquitecto.
Durante mi estancia en Coatzacoalcos tomé clases de iniciación artística en un espacio conocido como El Ateneo, y en algunos talleres que promovía el H. Ayuntamiento de esa ciudad. En Xalapa, mi interés por el dibujo disminuyó pero no lo abandoné del todo y volví a retomarlo de forma más seria y constante hace nueve años. Hasta el día de hoy, continúo aprendiendo y practicando para mejorar mi estilo en el dibujo y la pintura. A pesar de haber recibido buenas críticas de mis trabajos, no me considero un artista. No me corresponde adjudicarme esa distinción, ya que mis estudios no se enfocaron en las artes plásticas ni en la música, sino en la arquitectura y el urbanismo. Sin embargo, cultivo mi gusto por el dibujo y la pintura porque complementa una parte importante de mi formación, además del goce que me produce realizarlo.
¿Qué te gustaría que la gente recordara sobre tu obra o sobre tu persona?
Sería gratificante que mi obra gráfica pudiera ser apreciada por las nuevas generaciones; sin embargo, no persigo la trascendencia de mi obra. Hay personas a quienes les agradan mis trabajos y me han solicitado algunos encargos. No obstante, la producción de dibujos y acuarelas la realizo para mí mismo. Elijo mis temas, manifiesto mis gustos e inquietudes en ellos y algunos los comparto en las redes sociales. Me llena de satisfacción que algunos de mis colegas arquitectos lleguen a apreciar mis dibujos y me soliciten de vez en cuando alguno de ellos para su colección. Si bien los arquitectos dibujamos, no todos desarrollamos habilidades de expresión gráfica más allá de los planos de diseño arquitectónico o urbano. Aunque la gráfica no resuelve problemas de habitabilidad y de diseño, sí aporta una dimensión adicional al espacio, puede inspirar y enriquecer el pensamiento creativo y la capacidad de comunicación.
¿Qué escritores o artistas influyen o inspiran tu obra en general?
Siempre me llamaron la atención las tiras cómicas o historietas y el cartón político. Autores como Quino, Fontanarrosa, Palomo, Alberto Beltrán, Ríus, el xalapeño Helio Flores, quien me honra con su amistad, Rogelio Naranjo, Manuel Ahumada, Abel Quezada, Carlos Dzib, Gabriel Vargas, Antonio Helguera, Waldo Matus, -un joven muy talentoso y buen amigo-, José Hernández, Rafael Barajas El Fisgón, Bóligan, Patricio, Rapé, Schulz, Disney, Chic Young, Ernie Bushmiller y muchos otros artistas gráficos. En cuanto a escritores se refiere, sería una extensa lista, pero tengo predilección por la literatura rusa, ya que autores como Dostoyevski y Tolstói han abordado temas complejos como la moralidad, el sufrimiento, y la búsqueda del sentido de la vida, además de su exploración profunda de la psicología humana y los dilemas existenciales.
A mi llegada a Xalapa yo contaba con diez años. Mis padres me llevaban al Ágora de la Ciudad, antes de su remodelación. En el vestíbulo que estaba junto al acceso a la sala de cine solían acomodar libros de distintos temas, y mientras esperábamos la función yo leía los libros de Mafalda. En una ocasión mi padre me preguntó que si quería comprar el tomo que tenía en mis manos y le dije que no, que ya casi acababa de leerlo. En esa improvisada librería conocí la obra gráfica de Alfonso Arau, ex guitarrista de la banda mexicana Botellita de Jerez. Aprecio mucho la obra de Luis Eduardo Aute, un artista completo: él escribía, dibujaba, pintaba, componía canciones y las interpretaba. También admiro a Juan O’Gorman, arquitecto, pintor y muralista de primer nivel. Otros autores que me inspiran son Alberto Breccia, Hugo Pratt, Jean Giraud (Moebius), Art Spiegelman, Alan Moore y a Robert Crumb. También hay algunos artistas que he descubierto en los últimos años, son Peter Kuper, Christoph Niemann, Kim Jung Gi, Alphonso Dunn y en especial, un arquitecto peruano que ilustra maravillosamente, su nombre es Víctor Beltrán y nos comunicamos ocasionalmente por internet. También he conocido el trabajo de varios artistas españoles que es digno de admiración.
¿Qué lees y cómo te influyó la poesía de tu padre, y por último, qué temáticas mueven tu obra?
Me gusta la narrativa, como la novela histórica, la novela de ficción y la novela gráfica, así como los cuentos, los ensayos, la filosofía y los libros sobre arquitectura y urbanismo. Actualmente concluí un libro de Isaac Asimov sobre Constantinopla y estoy empezando la serie de cuentos del mismo autor, que alterno con otro libro titulado La vida secreta de los edificios de Edward Hollis, en el que describe la morfogénesis arquitectónica de diferentes edificaciones a lo largo del tiempo. Leo poesía, aunque un poco menos, y es de José Emilio Pacheco, Alí Chumacero, Efraín Huerta, Jaime Sabines, Octavio Paz, Manuel Maples Arce, Oliverio Girondo, Julio Cortázar, Fernando Pessoa, Rosario Castellanos, Alejandra Pizarnik, León Felipe, Miguel Hernández, Hugo Izarra, Luis Felipe Comendador, Edgar A. Poe y Walt Whitman, entre otros.
En cuanto a la poesía de mi padre, me conmueve su sentido por la vida y el amor que profesaba a la naturaleza y a las personas. Moro no solo escribía poesía, también era un gran narrador. Sus relatos estaban cargados de emotividad y de buenos ejemplos. Muchos de ellos eran anécdotas de su infancia, mezcladas con pinceladas de ficción. Además de ello, como buen maestro e investigador que era, también escribió sobre ecología, desarrollo organizacional, métodos para profundizar la escritura narrativa y poética, así como sendos artículos de corte político y cultural que publicó por alrededor de veinte años en el Semanario Punto y Aparte de Froylán Flores Cancela. Sin que yo trate de emularlo, creo que la mayoría de los temas que centran mi trabajo gráfico tienen que ver con lo que él escribía, sobre el mar, la naturaleza, la fauna y no puedo evitar dibujar también sobre temas de arquitectura. Mi inspiración surge de varias fuentes. Se origina por los intentos de convertirme en caricaturista, de mis estudios en la facultad de arquitectura, así como en la apreciación de la naturaleza, en los paisajes, en los animales actuales y extintos, ya que mi hijo Francisco me contagió su pasión por los organismos de la vida prehistórica, mismos que también dibuja.
Te conocimos como cantante de música popular, también como arquitecto y docente, y desde luego, también como artista gráfico. ¿Cómo se combinan todas esas sensibilidades y emociones?
Desde mi experiencia, considero que la música confluye directamente con la arquitectura y el dibujo. La frase la arquitectura es música congelada, que se atribuye comúnmente a Goethe, fue acuñada varios años antes por Friedrich Wilhelm Joseph von Schelling, quien la plasmó en sus escritos sobre filosofía del arte. Aunque ambos utilizaron la metáfora, Schelling fue el primero en emplearla. También Le Corbusier afirmaba que arquitectura y música son unas hermanas muy íntimas: materia y espiritualidad. La arquitectura está en la música y la música está en la arquitectura. Desde aquellos años en la universidad aprendí que “A través del lápiz viene la emoción”.
A pesar de que tengo más de quince años en la docencia, cada grupo representa un nuevo desafío, pues a las nuevas generaciones hay que darles un trato bastante más amable que el que recibió la mía o las anteriores. Gran parte de mis esfuerzos los enfoco en que los estudiantes aprendan a representar correctamente sus ideas en el papel, tarea que resulta complicada, porque la mayoría de ellos se decantan por aplicaciones informáticas de dibujo. No está mal que se usen, pero siempre será bueno saber manejar el lápiz, tal como señala el arquitecto Glenn Murcut: Through the pencil, comes emotion. Y es verdad.
Tu obra ha podido conocerse en otros países. ¿Cómo llegas a España?
Años atrás trabé amistad a distancia con una chica española, Raquel, quien me presentó a su novio, ahora esposo, Pablo. Y desde hace veinte años, más o menos, hemos mantenido comunicación. Pablo Calvo pertenece a una Asociación Cultural de Amigos del Cómic llamada Extrebeo, con sede en Extremadura. En el año 2017, le pregunté si existía la posibilidad de colaborar con un dibujo para el fanzine Harto! que publican anualmente. Me comentó que las participaciones están reservadas únicamente para extremeños o residentes de esa provincia, pero me propuso como coautor de un dibujo para un texto que él había escrito. A partir de ese año, mis dibujos han sido publicados de forma regular en España y ya me integré formalmente como socio de Extrebeo. Mi integración plena a la Asociación se debió a factores como mi implicación constante así como la calidad con la que realizo los dibujos y me han distinguido como extremeño por afecto. He tomado parte desde entonces en el fanzine y en otras publicaciones que realiza la asociación, tales como la novela gráfica Los Viajes de Gulliver, Cuentos Clásicos de Terror y Fantasía, El Dragón de los Sueños, y también en un cómic de diez páginas con guion de Pablo, incluido en el libro Soledades. He participado además, en el diseño de personajes de algunas publicaciones. Actualmente, estoy elaborando unos dibujos para una publicación para la Adaptación de Relatos Hispanoamericanos, misma que será publicada en el último trimestre de este 2024. En la adaptación se contemplan dos relatos de autores mexicanos, como Manuel Gutiérrez Nájera y Rafael Delgado, éste último de origen veracruzano. Además de ello, participé en el año 2020 en el cómic gigante que organiza la asociación anualmente, con una viñeta sobre El Cómic en el Arte, la cual se ha expuesto en colectivo en diferentes partes de la geografía extremeña. Otra de mis colaboraciones gráficas del año 2023 fue sobre El Cambio Climático, para la exposición colectiva del mismo nombre. Entre los autores destacados de la Asociación se encuentran Miguel Gómez Andrea, Pedro Camello, Javier Orabich y Fidel Martínez, por mencionar algunos. Es relevante mencionar que Extrebeo ha tenido a bien promocionar e impulsar en la creación de cómics a dibujantes con alguna discapacidad, quienes dan lo mejor de sí, marcando un hito en la inclusión de ellos en el mundo del cómic.
Vimos un videoclip sobre Julio Cortázar, en el que interpretas un poema y narras con dibujos y acuarelas diversos pasajes de la vida y obra del escritor argentino. ¿Cómo fue esa experiencia?
Dentro de la vasta obra de Julio Cortázar encontramos El Breve amor, poema cargado de pasión y de melancolía. A pesar de ser una obra breve, Cortázar resalta un amor intenso pero efímero. Las imágenes que elaboré para esa pieza, con el poeta como protagonista, pretenden transportar al receptor por un viaje que comienza con la dulzura de un despertar amoroso y culmina en el inevitable disipamiento de esa pasión. Desde el inició de la grabación hasta que la pieza se hizo pública, tuve una experiencia memorable. Se había planeado su lanzamiento en videoclip el 28 de junio de 2023, en el marco del 60 aniversario de la publicación de la obra Rayuela, pero por motivos de derechos de autor no fue autorizado por la Agencia Literaria en España, por lo que todo el esfuerzo puesto en la realización de esta producción fue en vano y no se pudo promocionar debidamente. La composición de la música estuvo a cargo del maestro Franco González Aguilar, mientras que los arreglos a la música y la grabación de la pieza fueron realizados por el maestro Boris Ivanov. Mi aporte consistió en la voz y en las ilustraciones.
Franco es un compositor prolífico que ha escrito y musicalizado una gran cantidad de piezas. Me invitó a grabar tres de ellas con música de su autoría para el proyecto Viaje con Poetas, mismo que se puede encontrar en la plataforma de Facebook y en su canal de YouTube. El primero fue un poema de Ramón Rodríguez, el segundo fue el de Julio Cortázar y el último, un poema de mi padre. Boris Ivanov, de origen búlgaro, realizó los arreglos, la grabación y masterización de las piezas. Es un gran violinista de la Orquesta Sinfónica de Xalapa y también compone música progresiva con sintetizadores.
¿Qué te gustaría que apreciara el público en tus obras?
El caricaturista Antonio Helguera señaló en alguna ocasión a Rafael Barajas, El Fisgón, que cuando el caricaturista es tonto se nota, si le falta talento se nota, si trabaja con flojera se nota, cuando es deshonesto se nota, cuando le falta preparación se nota, si tiene prisa se nota… De sobra está que me gustaría que el público apreciara en mis trabajos otras cosas y ninguna de las que mencionó Helguera.
Tus cuadros impactan desde la trama, el mensaje y la combinación de colores, el brillo o los matices y las sombras. ¿Cómo integras la paleta o las líneas que utilizas en busca del impacto que quieres lograr?
El camino hacia un estilo propio y distintivo es largo y complejo. Como mencioné anteriormente, sigo trabajando y estudiando para definir mi estilo, y aún no puedo decir que me siento satisfecho con los resultados. El achurado es una de las técnicas que más utilizo para elaborar mis dibujos. Es un método de dibujo en el que se emplean líneas paralelas o cruzadas para crear sombras o texturas en una ilustración. Este recurso es muy utilizado en el dibujo técnico, el arquitectónico, la cartografía y las bellas artes para representar sombras, resaltar volúmenes y dar textura. Se puede incrementar la intensidad y sentido de las líneas para generar diferentes efectos visuales. Sin embargo, aún no logro realizar un achurado perfecto a mano alzada. Mi objetivo es emular el trazo exquisito de Helio Flores y Rogelio Naranjo, grandes moneros ambos.
A los dieciséis años, comencé a dibujar caricaturas políticas. El caricaturista tuxpeño Fernando Morales me impulsó en mis primeros esbozos, pero era demasiado joven para comprender la política. No obstante, algunos de mis dibujos se publicaron en el periódico Política de Yayo Gutiérrez y en el periódico Gráfico de Xalapa. Abandoné la caricatura política por ser una labor ardua, donde las ideas no siempre fluían, menos en la cabeza de un joven de mi edad. Tiempo después, realicé otras caricaturas que se publicaron en el Diario A-Z, pero dejé de hacerlas porque mis principios no concordaban con su línea editorial.
Durante mis estudios en la facultad de arquitectura, además de caricaturizar a mis compañeros y profesores, comencé a practicar con acuarelas, siguiendo el ejemplo de algunos de mis maestros, como Jorge Alejo Gutiérrez, quien además de ser un diestro acuarelista, también trabajaba con aerógrafo y acrílico. En una ocasión, realicé acuarelas para una tarea de historia y solicité su opinión. Comentó favorablemente mi trabajo y fue motivo para seguir cultivando esa técnica hasta ahora, aunque también he realizado obras con óleo y acrílicos, la acuarela es mi técnica predilecta. En ese tema, suelo combinar el achurado con las acuarelas o con tinta china de color, que da como resultado un efecto que me agrada y me resulta atractivo. La integración de esas técnicas me facilita transmitir el mensaje al espectador, aunque a veces las utilizo de forma separada.
Tal vez lo que más impacta de mi trabajo al observador sea la atención que dedico a los detalles. Trato de ser prolijo y meticuloso al dibujar, porque al tratarse de un dibujo en técnica tradicional, cualquier error es notorio. Los errores en el trazo o cuando se aplica algún color no pueden eliminarse siempre, y en el mejor de los casos, solo se pueden disimular. Aunque el espectador a veces no los note, yo soy consciente de su presencia, aparecen como pequeños demonios que me vigilan y me recuerdan la importancia de la precisión. Si bien no tengo mucha experiencia con las aplicaciones informáticas de dibujo artístico, a veces me apoyo en ellas para hacer retoques o lograr efectos que resalten mi trabajo.
¿El arte debe tener apoyo del gobierno o debe ser una realización propia del artista en todos los sentidos?
Según el modelo teórico desarrollado por Abraham Maslow sobre la jerarquía de las necesidades, el arte no figura en la estructura de su pirámide. Si bien el arte no es una necesidad primaria según Maslow, sí puede jugar un papel importante en la satisfacción de necesidades en el último escaño de la pirámide, como la autorrealización y la autoestima. El arte puede ser una fuente de bienestar, crecimiento personal y de conexión con los demás. Por otra parte, el modelo de autorrealización de Carl Rogers comprende cómo el arte puede contribuir al crecimiento, la expresión y realización personal.
Charles Bukowski dice en su enérgico poema Air and light and time and space que los elementos básicos como el aire, la luz, el tiempo y el espacio no son relevantes para que el artista cumpla con su vocación creativa aunque se encuentre en medio de dificultades y obstáculos.
En mi opinión, la creación artística puede germinar aunque las necesidades básicas no se encuentren cien por ciento satisfechas. Sin embargo, considero que un entorno donde sí se estén cubiertas favorece la creación artística plenamente. En este tenor, es fundamental que los programas gubernamentales de apoyo a la creación artística sigan subvencionando a creadores, ya que muchos de ellos subsisten únicamente de su producción, y que además de ser un medio de autorrealización, el arte les permite obtener recursos para ganarse la vida. Tenemos como antecedente el mecenazgo que realizó el gobernador de Veracruz, Teodoro A. Dehesa, al impulsar con una beca a Diego Rivera para que pudiera realizar sus estudios de arte en París, o bien, cuando el licenciado Andrés Iduarte Foucher, director del Instituto Nacional de Bellas Artes, envió a Ramón Alva de la Canal a Xalapa a fundar una Escuela de Pintura en 1953, lo cual estimuló el florecimiento de las artes plásticas en esta ciudad. También tenemos el gran ejemplo de la Universidad Veracruzana, cuyo apoyo al desarrollo artístico ha sido parte fundamental de su quehacer.
Háblanos de la importancia que das a los bocetos o esbozos que sueles dar a conocer en tus videos. ¿Por qué utilizar color o porqué blanco y negro. ¿Cómo decides la presentación final?
El boceto lo considero importante porque me permite encajar de forma adecuada el dibujo sobre el espacio donde voy a trabajar, también para descubrir espacios que deban ser mejor detallados o que plasmen el punto focal de la obra. En ocasiones solo trazo las líneas indispensables y otras veces realizo un boceto un poco más elaborado a fin de no equivocarme en el momento de la aplicación de tinta o pintura. Es un proceso que los dibujantes utilizan de acuerdo a su experiencia y que se desarrolla con la práctica. Como ejemplo tenemos al artista de origen coreano, Kim Jung Gi que prescindía de los bocetos y aplicaba directamente la tinta al papel con una maestría sorprendente. Para algunas personas puede resultar aburrido el negro sobre el blanco y prefieren las obras coloridas, por su capacidad para representar la realidad y que en esencia son más llamativas. La representación en blanco y negro puede resultar más difícil porque se requiere un dominio del claroscuro, a fin de lograr un juego adecuado entre la luz y la sombra para conferir dramatismo al dibujo. Algunas obras en esa técnica logran un lenguaje poético, ya que cada línea y cada mancha otorga un significado profundo. En mi caso, utilizo el color como un efugio para que el dibujo resulte más interesante y enriquecer así su mensaje. En otras ocasiones solo lo utilizo para embellecerlo, nada más. Con la acuarela es diferente. En ella trato de volcar el color aunque este no represente fielmente la realidad. Todo depende del tipo de obra que se trate, ya que en algunas ocasiones no planeo el resultado final del trabajo, sino que permito que el desarrollo del dibujo me vaya llevando hacia sus propias necesidades.
¿Qué relación o vinculación encuentras entre la arquitectura, el dibujo de historietas, la pintura y tus incursiones en la música?
Esa es una pregunta interesante. Todas esas disciplinas que comentas, a pesar de ser diferentes, cuentan esencialmente con vínculos que las hacen complementarse y enriquecerse. Por ejemplo, en las obras de arquitectura tenemos la estructura, el ritmo, la estética y los detalles, por mencionar algunos. Con la música, también hay estructura, un ritmo, y, digamos, paisajes sonoros; en la historieta, la estructura narrativa, una secuencia, la composición visual, etc. Todas y cada una de ellas requieren de creatividad e involucran un proceso creativo para el desarrollo de un concepto hasta su materialización. Desde mi perspectiva, como músico, me considero un buen arquitecto.
¿Cuáles son tus obras o autores predilectos en cada una de estas ramas del arte?
Me gusta la obra de Luis Barragán, su manejo de la luz, el color y las texturas empleadas en sus edificaciones. También la obra de Juan O’Gorman, empezando por su arquitectura, tal como la Biblioteca de la Universidad Nacional Autónoma de México, sus murales y finalizando con su pintura de caballete. De igual forma, la dupla conformada por Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky. Me atraen algunas vanguardias como el Impresionismo, el Art Déco, De Stijl, la escuela alemana Bauhaus, que comprendía desde pintura, escultura, metalurgia, diseño industrial hasta diseño arquitectónico. Otros de mis arquitectos favoritos son Le Corbusier, Louis Kahn, Frank Lloyd Wright y Mario Pani, entre muchos otros.
En cuanto a las historietas, además de las clásicas de Disney y las de superhéroes, hubo un tiempo en que el periódico unomásuno tenía una sección de historietas que publicaba cada sábado o domingo, se llamaba Másomenos. Recuerdo caricaturas de Ahumada, Luis Fernando, Magú, El Fisgón, Jis y Sergio Arau, entre otros. Luego, en el periódico La Jornada apareció el suplemento Histerietas, donde publicaban la mayoría de los anteriores moneros, quienes se autonombraban así porque hacían monos. A ellos se sumaron Trino, Ricardo Camacho, Edgar Clément, Patricio, Tacho y Rictus. Tiempo después conocí ahí el trabajo de dos chicas: Cintia Bolio y Cecilia Pego, que también publicaron en el suplemento Histerietas. En la historieta, no puedo dejar de mencionar a Helio Flores con su famoso Hombre de Negro y las Aventuras extravagantes del infante Patatús, que también dejaron huella en mi memoria. Los domingos también me deleitaba con Boogie El Aceitoso, de Fontanarrosa, que publicaba el semanario Proceso. Otro excelente dibujante es Enrique Sepúlveda, cuya propuesta es original y llena de significado. También Pavel Ortega y Edu Molina son otros grandes dibujantes con gran personalidad y con una amplia producción. Algunos de los trabajos que más me gustaban del suplemento Histerietas eran los de El Fisgón, Luis Fernando y Ahumada, pues su propuesta gráfica destacaba entre otros dibujantes, no como el cómic anglosajón o el manga, en el que pareciera que todos los personajes están diseñados con un mismo molde. Además, el cómic estadounidense está plagado de lugares comunes y de propaganda contra toda ideología que no comulgue con el sueño americano. Por su lado, el manga ha tenido una penetración en el mercado muy importante. A pesar de que no es un estilo que me atrae, está muy bien elaborado y me gusta, en parte, la obra de Akira Toriyama. Otro autor de manga cuya obra me gusta es Eldo Yoshimizu. Por otro lado, la revista El Chamuco y los Hijos del Averno cuenta con un estilo similar a las Histerietas pero está más enfocada a la sátira política. También han desfilado por ahí grandes dibujantes.
En la música, mis géneros preferidos son el jazz y el rock progresivo, además de las baladas y los boleros.
¿A qué artistas o creadores veracruzanos admiras o te han dejado huella?
Esta pregunta tiene truco, porque mencionaré a algunos personajes de las artes y a otros no. Haré el esfuerzo de no olvidar a nadie, porque aunque no todos son veracruzanos, los considero referentes en arte. Admiro a muchos y la gran mayoría de ellos han dejado una impresión imborrable en mi existencia. Podría empezar con Leticia Tarragó, cuyo trabajo conocí desde muy pequeño en los discos de Los Hermanos Rincón. Años más tarde la conocí en persona, así como a su esposo Fernando Vilchis, quien era un destacado pintor y grabador. También conocí a Teodoro Cano, a José Chan y a Emmanuel Cruz, grandes artistas. Además de ellos, también están Alec Dempster, Gerardo Vargas, Briseida Camacho, Atenea Castillo, Josué Ake, Abraham Méndez, Paco Cobos, Eme de Armario, Juan Sin, Rodolfo Sousa, Rosalía Cordero, Gustavo Barrios e Israel Barrón, entre otros. Antonio Romero Cárcamo y Brahim Bautista, que además de ser arquitectos, también cultivan las artes gráficas. Octaviano Constantino, arquitecto talentoso que también es intérprete de jazz. También están las hermanas Elsa y Maliyel Beverido, Javier Manrique, la pintora Gabriela Peralta, Miguel Femmat, Mariana Del Campo, Rafael Villar, Leonor Anaya, Viviana Romo y Abel Zavala, estos cuatro últimos, ceramistas. También gozo de la amistad de Marco Tulio Aguilera Garramuño, quien escribió las palabras que acompañaron mi primera exposición individual en el año 2018, Tinta de Luz, en Casa del Lago de la Universidad Veracruzana.