La posibilidad de crear “islas de luz” es una de las responsabilidades que deben tener quienes critican la realidad y exploran la maldad, como con su reciente libro “Los sueños de la serpiente”, afirmó el escritor Alberto Ruy Sánchez al presentar la obra.
Tras haber dedicado varios de sus libros al análisis sobre el deseo, Ruy Sánchez presentó en Madrid su nueva obra (editorial Alfaguara), con la que ganó el Premio Mazatlán 2018 y en la que aborda la maldad a partir de un collage de historias, sueños y delirios.
En un acto celebrado en el Instituto de México en España, el escritor mexicano estuvo acompañado del director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet y la crítica literaria Mercedes Monmay.
En “Los sueños de la serpiente”, un hombre centenario encerrado en un psiquiátrico para recuperar la memoria, escribe y dibuja sobre los muros de su celda los recuerdos que va recuperando, las grandes ilusiones y desilusiones de su siglo, y a descubrir las múltiples vidas que lo habitan.
Entre las historias destaca la del narrador que se centra en Sylvia Ageloff, la mujer acusada de ser cómplice de Ramón Mercader, el asesino de León Trotsky en México, y describe los horrores del régimen soviético estalinista.
Sobre su obra, Ruy Sánchez (México, 1951) explicó que explora “las paradojas del bien y de mal, cómo las utopías se convierten en infiernos”, lo que le distancia de sus anteriores trabajos en que se adentraba “en el deseo luminoso”.
“Volví con este libro al tema del mal, pero de una manera responsable. Crear islas de luz, entonces, es uno responsable de criticar la realidad, es algo necesario”, expuso el autor.
Aseguró que siguió un método para tratar un tema que es complejo y que permite ver cómo al caer las utopías lo que permanece es el arte y la literatura.