Carlos Fernández-Villaverde

Un hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. Así define la RAE ese anglicismo cursi llamado serendipia. Pues resulta que estos hallazgos sorprendentes suceden, y el caso de Siempre al Oeste con Ana Iris Simón es un ejemplo muy ilustrativo.

Les explico: ya durante la primera temporada barajamos invitar a Ana Iris a nuestro podcast, pero por unas razones y otras fue imposible. Nos quedó esa espinita clavada. Cuando proyectábamos la segunda, resultó que Ana Iris tenía un hueco, y esa era una oportunidad que no podíamos dejar escapar. Tanto, que Jesús Fernández Úbeda ni siquiera tenía copresentadora con quién hacer la entrevista. Pero como nos va la marcha y teníamos al gran JEOSM, nos tiramos a la piscina. La entrevista, como podrán comprobar ustedes, no tiene desperdicio, y qué duda cabe que nuestros anhelos de contar con Ana Iris eran fundados. Tal fue la sintonía de todo el equipo que forma Siempre al Oeste (especialmente la de Jesús) con Ana Iris, que comenzamos a bromear con la posibilidad de que se incorporara a nuestra aventura como entrevistadora. La chufla fue cogiendo cuerpo de tentativa y terminó por conformarse como una maravillosa locura. Vamos, lo que se conoce como un “sujétame el cubata” de manual.

Así que esta temporada tenemos el privilegio de contar con Ana Iris como entrevistada y como entrevistadora. Un lujo, oigan.

Pero hoy nos toca la Ana Iris entrevistada: casi una hora de charla con una de las mentes más elocuentes del panorama cultural patrio. Es admirable esa forma de ver las cosas de Ana Iris desde una perspectiva tan paradójicamente sensata y, a la vez, fuera de la norma (por lo menos la que impera estos días). Uno puede estar más o menos de acuerdo con ella, pero, en un marco de crispación y polarización extenuante y permanente, sobre un terreno embarrado de dogmas irrefutables, parecen necesarias voces tan estimulantes y respetuosas como la suya.

Que lo disfruten.

VÍDEO: Siempre al Oeste 2×2 – Ana Iris Simón

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