Bernal Díaz del Castillo cuenta que, en 1523, recibió en la Villa de Espíritu Santo, hoy Coatzacoalcos, Veracruz, órdenes de Cortés para participar en la expedición del capitán Luis Marín, quien debía someter a los indios de Chiapa. Así, hace 497 años, a finales de marzo de 1524, llegaron los españoles a este territorio que, a decir del soldado y cronista, era digna de llamarse cuidad, con sus más de cuatro mil habitantes.

En el inicio formal de la conmemoración de este hecho histórico, el cual en 2024 cumplirá cinco siglos del surgimiento del mestizaje y el sincretismo cultural en esa entidad, la Fundación General Ángel Albino Corzo Castillejo (FGAACC) realizó el coloquio “500 años de cultura mestiza en Chiapas”, preámbulo para los programas académicos por el medio milenio de la presencia hispana en Chiapas.

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El Ex Convento de San Sebastián, recientemente restaurado por especialistas, bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue la sede de este encuentro transmitido a través de la página de Facebook de dicha institución.

En su intervención, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, propuso dar un pequeño giro al nombre del coloquio a: “500 años de las culturas mestizas en Chiapas y de la resistencia indígena”, dado que esta entidad desde 1994, se constituyó en el epicentro de la tenacidad y la exigencia de derechos plenos para los pueblos originarios del país.

El antropólogo explicó que, así como hay una relación esencial entre 1521 y 1821, el inicio de la Conquista, la colonización y la ocupación española, con el fin de esta con la Consumación de la Independencia de México, para Chiapas, también hay un vínculo entre 1524, con el inicio de las acciones de conquista en este territorio, y 1824, momento en que los chiapanecos, por decisión propia, resuelven formar parte de la primera República Federal Mexicana.

“No es un festejo, es una conmemoración, en el sentido de traer a la memoria los momentos que nos han forjado como nación y Estado. Para el INAH es fundamental recuperar el hecho de que, si México es un país diverso, diversas son sus historias, pues no hay una nacional u oficial, hay muchas que se entretejen y que van armando este mosaico heterogéneo de una nación plural, multiétnica, plurilingüe y diversa”, afirmó.

Expuso que, cuando cae México-Tenochtitlan, se sabe que los habitantes del hoy territorio chiapaneco ya estaban advertidos de los acontecimientos, gracias a una enorme comunicación derivada de los sistemas de control que existían por parte de los mexicas, con los que reclamaban tributos.

Subrayó que, tras el primer encontronazo entre lugareños e hispanos, en Chiapa de Corzo, en 1524, tras la conquista y colonización de esos territorios, de aquella semilla generadora del mestizaje en el transcurso de cinco siglos, se producirían bienes culturales, tanto materiales como inmateriales, en donde residen los símbolos y significados que dan sentido de pertenencia a los chiapanecos de hoy, “a los de siempre, a los que son —se ha dicho por ahí— los más mexicanos, porque fueron los que decidieron serlo por decisión propia”.

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