Narradora, editora, dramaturga, actriz y activista, Antonieta Rivas Mercado supuso un quiebre en la escena cultural posrevolucionaria, impulsó el arte vanguardista y la educación con una actitud rebelde que la posicionó como una de las promotoras culturales más trascendentes del siglo XX.
A 90 años de su partida, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Literatura, recuerdan este 11 de febrero a la editora de obras como Dama de corazones (1928), de Xavier Villaurrutia; Novela como nube (1928), de Gilberto Owen, y Los hombres que dispersó la danza (1929), de Andrés Henestrosa.
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En el programa radiofónico Fantasías en carrusel, de Radio IMER, transmitido en 1995, el escritor y periodista René Avilés Fabila consideró que Antonieta Rivas Mercado fue parte del grupo de mujeres rebeldes del siglo XX que se formaron a la sombra de la Revolución Mexicana.
“A (Rivas Mercado) podríamos ubicarla con mujeres tan distintas: Tina Modotti, Frida Kahlo, Machila Armida; más recientemente Pita Amor, María Asúnsolo, Nahui Olin, Ninfa Santos… todas ellas de una vida más o menos trágica, porque dentro de todo fueron muy rebeldes a la sociedad”, destacó.
En su labor cultural, Antonieta Rivas Mercado destacó como mecenas del Teatro Ulises, empresa vanguardista de los intelectuales conocidos como los Contemporáneos —entre ellos Owen, Villaurrutia y Salvador Novo—; fue la primera persona que tradujo a otra lengua —una de ellas el inglés— las obras de Federico García Lorca; además, fundó y financió a la Orquesta Sinfónica de México, la cual tuvo como director al compositor Carlos Chávez.
Aliada vasconcelista
La autora de Crónica de la campaña política de José Vasconcelos (1928-1929) impulsó al entonces candidato a la Presidencia de la República, José Vasconcelos, con quien compartía una visión universal de la educación y con quien trabajó en la Secretaría de Educación Pública, donde creó el primer departamento de asuntos indígenas. Funda con el autor de Ulises criollo la revista Antorcha. Muere el 11 de febrero de 1931 en París, Francia.