Ahora es cuando se están popularizando los coches eléctricos, pero, ¿y si te dijera que había coches eléctricos hace 130 años? Y es que, en realidad, aunque puede parecer que en aquel siglo XIX se viviese sin ninguna comodiad (de hecho, así fue por ejemplo en España), en otros países como Estados Unidos sí que estaban más avanzados en este campo. E incluso marcas como Porsche u otras que directamente ahora ni siquiera existen ya tenían sus primeros pinitos en el campo automovilístico eléctrico.

Siempre se dice que el primer coche creado fue el de Henry Ford en 1886, pero en realidad esto es un dato erróneo. Ni siquiera es el primero de combustión; este, o más bien, estos, serían los de Karl Benz (de tres ruedas) y Gottlieb Daimler (de cuatro ruedas), que datan de 1988.

Curiosamente, en 1926, cuando ambos habían ya fallecido, se terminarían por fusionar Benz y Daimler, dando como resultado la compañía Daimler-Benz, que posteriormente pasó a ser Daimler-Benz AG y que actualmente es el grupo Daimler AG, que engloba muchas marcas de coches (entre las que se encuentran Mercedes-Benz, Smart y Jeep. Pero anteriores a estos estaban los coches eléctricos, e incluso si nos remontamos más atrás encontramos los propulsados por vapor.

Efectivamente, primero llegó el coche eléctrico y posteriormente el de gasolina y en general los quema-combustibles.

Robert Anderson se adelantó totalmente a su tiempo con la invención del coche eléctrico, cuando ni siquiera existía la batería recargable

El primer coche eléctrico se cree que fue fabricado en 1834, cuando Thomas Davenport puso un motor eléctrico diseñado por Ányos Jedlik 6 años antes a un carro. No obstante, era una maqueta, y ni siquiera aguantaba el peso de la pila. Posteriormente, entre 1934 y 1839, Robert Anderson previó de un motor eléctrico a un carruaje, convirtiéndose en el primer coche eléctrico del mundo de verdad y que se podía usar. Pero aún no existía ni siquiera la pila recargable, por lo que las pilas usadas eran de un solo uso.

El primer coche eléctrico es incluso anterior al primer coche de Henry Ford
Posteriormente, los siguientes coches eléctricos datan solo un poco más tarde que la pila recargable (lo que llamamos comúnmente batería). La primera batería recargable era de tipo plomo-ácido, del año 1859. Apenas 29 años más tarde, teníamos el primer coche eléctrico con batería recargable, en 1884; aunque tanto en el 1867 como en el 1881 se realizaron las primeras pruebas de vehículos eléctricos (de dos y de tres ruedas), pero que no eran funcionales para circular.

El coche eléctrico inicial con batería recargable fue inventado por el británico Thomas Parker, un ingeniero eléctrico, que además tenia numerosas patentes de dinamos y pilas recargables (de ahí probablemente su interés del desarrollo de un coche eléctrico). Una de las motivaciones de Parker era la contaminación causada, pues ya por aquella época (en Londres, mientras se desarrollaba la Revolución Industrial) era común la emisión de gases contaminantes producidas por la combustión de minerales.

En los años posteriores vinieron muchas compañías que fabricaron el suyo propio, como por ejemplo Porsche (en realidad, ni siquiera existió Porsche hasta casi 40 años más tarde) en el año 1898 con el Porsche P1, totalmente eléctrico, u otras totalmente desconocidas como Maschinenfabrik A. Flocken o Columbia.

Los coches eléctricos por esta época parecían más bien carruajes sin caballos que coches en sí, en realidad (pero no solo los eléctricos, sino también los de combustión). Y tampoco andaban muy rápido, en torno a los 15 o 20 kilómetros por hora (algo más que una persona corriendo a sprint).

Pero había alguno por 1899 capa de alcanzar los 100 km/h, como el ‘coche bala’ eléctrico de Jamais Contente, que llegó puntualmente hasta los 105,88 km/h. El coche diseñado por Ferdinand Porsche, quien posteriormente fundó Porsche, también tenía un diseño peculiar, aunque en este caso era diferente de otros coches de la época simplemente porque cada una de las ruedas tenía su propio motor.

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