Desde los postulados de Aristóteles hasta nuestros días, se ha debatido acerca del origen y función del dinero, y si su forma material, ya sea oro, plata o papel, tiene un valor intrínseco o simplemente mide el valor de todas las demás cosas por consentimiento común o impuesto por el estado.

A fin de entender el rol de la materialidad, la investigadora Joanne Baron, arqueóloga de la Red Bard Early College, toma una perspectiva arqueológica en un contexto muy alejado al nuestro: la antigua civilización Maya.

La humanidad está comiendo pan desde mucho antes de lo que se creía —esta es la evidencia
Este período vio la monetización de granos de cacao y textiles, que eventualmente servirían como monedas universales que llegaron a cruzar límites lingüísticos. En el momento del contacto español en el año 1519, estos productos se utilizaron para facilitar la compra y venta de productos en mercados, como premio en competencias y juegos, y como pagos por tributo y trabajo.

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Para su objetivo, la arqueóloga basó su investigación en estudios previos y en el análisis de obras de arte y otras imágenes mayas, disponibles en las tierras bajas del sur de los mayas en el actual México y América Central, durante el período clásico; aproximadamente el año 250 hasta el año 900 después de Cristo.

Los objetos analizados, incluyendo murales, pinturas de cerámica y esculturas, representan intercambios típicos de mercado y pagos de tributo a los reyes mayas.

La investigadora no encontró evidencia del uso del chocolate como moneda en las representaciones artísticas más antiguas; sin embargo, en el siglo VIII su imagen se hizo más frecuente, lo que sugiere que es en este momento en que la civilización Maya comenzó a usar el chocolate como dinero, es decir, un artículo ampliamente aceptado como pago por bienes o servicios, en vez de un producto de trueque.

Durante el estudio, se logró documentar alrededor de 180 escenas diferentes plasmados en piezas de cerámica y murales que muestran granos de cacao fermentados y secos, entregados a los líderes mayas como un tributo o una especie de impuesto.

El cacao se usó por primera vez para elaborar una bebida ligeramente alcohólica a partir de la pulpa fermentada de la fruta de cacao. Posteriormente, los granos de cacao sirvieron para la elaboración de una bebida espumosa no alcohólica, la cual se obtenía de un proceso de secado, tostado, molienda y agitación en agua. Esta bebida, que bien puede ser un ejemplo análogo del chocolate actual, sirvió como un nuevo marcador de estatus social.

Productos como el tabaco y el grano de maíz se entregaban como tributo, pero son los textiles y bolsas etiquetadas con la cantidad de granos de cacao, los productos más representados en las imágenes mayas.

El hecho de que los reyes mayas acopiaran cacao y telas tejidas como impuestos, muestra que ambos productos se habían convertido en una moneda en ese momento. La investigadora cree que además de satisfacer la demanda del palacio, el cacao probablemente se utilizó para pagar a los trabajadores o para comprar productos en el mercado.

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