Ayer se inauguró la exposición Aztecas en el Museo Etnográfico de Viena (Weltmuseum), muestra integrada por alrededor de 200 piezas de esta civilización milenaria que fueron prestadas por el Museo Nacional de Antropología e Historia y por el Museo del Templo Mayor y que estarán en esa sede durante los próximos seis meses.
En la ceremonia inaugural, Sabine Haag, directora de la Asociación de Museos KHM, y el titular del Museo Etnográfico de Viena, Christian Schicklgruber, dieron la bienvenida a esta segunda parada de Aztecas por Europa.
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Luis Javier Campuzano Piña, embajador de México en Austria, señaló que con esta exposición esperan inaugurar “una nueva etapa de colaboración que permita el mayor intercambio de piezas arqueológicas y de obras de arte que están actualmente bajo la custodia de nuestros museos”, la cual calificó como “una prueba de la fortaleza del espíritu humano que sabe sobreponerse ante la adversidad”.
Campuzano Piña destacó que la civilización azteca aún guarda enigmas, entre ellos, su origen y el cómo logró transformarse de un pueblo errante a uno con conocimientos en arquitectura, matemáticas y astronomía.
Aztecas invita a realizar un viaje en espiral, siguiendo la peregrinación de un pueblo que sería el último gran imperio de Mesoamérica, supremacía que terminó hace 500 años con la caída de México-Tenochtitlan.
La muestra presenta más de 25 obras provenientes de los acervos del Museo Nacional de Antropología y casi 100 de las colecciones del Museo del Templo Mayor que, aunadas a las que resguardan los recintos europeos, integran una narrativa alrededor de la cosmogonía y la vida de esta civilización.