El estado de Puebla fue uno de los más afectados por los sismos de septiembre de 2017, pues hasta febrero de este año presentaba un censo de 530 construcciones históricas con diferente nivel de daño.

Sin embargo, de acuerdo con información difundida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dicha cifra ha incrementado conforme a otros movimientos telúricos, recorridos y reportes de comunidades.

Lo que es un hecho es que los trabajos de reconstrucción ya están en marcha; destacan el apuntalamiento de arcos atriales, bóvedas, bardas, torres y campanarios de 119 capillas, templos y monasterios, como los exconventos de Nuestra Señora de la Asunción en Tochimilco, San Miguel Arcángel en Huejotzingo y San Andrés Apóstol en Calpan.

Sobresale el trabajo de rescate de los fragmentos del santo patrono de la comunidad, de Izúcar de Matamoros, Santiago Apóstol, realizada hacia los siglos XVII y XVIII y cuyos restos se encontraban sepultados bajo los escombros después del colapso de la cúpula de la iglesia.

El corazón de la ciudad de Puebla, Patrimonio de la Humanidad, también sufrió diversas afectaciones en edificios emblemáticos, principalmente de carácter religioso como el Templo del Espíritu Santo de la Compañía de Jesús.

Al respecto, Víctor Hugo Valencia, Director Centro INAH Puebla, dijo que aunque dicho inmueble tuvo daños en la parte de la bóveda, gracias a la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural de Puebla ha sido rehabilitado.

Los especialistas del INAH, entorno al patrimonio histórico de Puebla, han determinado sistemas para la reconstrucción de los inmuebles y bienes; la entrega de los recintos religiosos a las comunidades será gradual, ya que dependerá del nivel de afectación de las edificaciones.

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