La exposición de carteles académicos Ayotzinapa y su eco universitario, es muestra de la sorpresa e indignación que generó a nivel mundial el secuestro y desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” en el estado de Guerrero.
La exhibición permanecerá hasta el 14 de octubre en el lobby de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), y fue inaugurada por la coordinadora de la Unidad de Género y del programa “Tendiendo puentes para la paz”, Esther Hernández Palacios Mirón.
Alfonso Colorado, becario del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC), explicó que el objetivo de esta exposición es mostrar que en diferentes instituciones de educación superior se organizaron mesas redondas y eventos académicos para tratar de comprender y explicar esta situación, así como para imaginar modos de superarlo.
Comentó que fueron encontrados alrededor de 30 carteles provenientes de universidades de Austria, Italia, Brasil, Argentina, Gran Bretaña, Francia, Alemania, España y Estados Unidos; al final fueron seleccionados siete, mismos que conforman la exposición.
“Muchas personas se reunieron para compartir su dolor y su enojo, para pensar lo que estaba y sigue pasando en México. De ese modo no sólo se solidarizaron con las familias de los secuestrados, también hicieron comunidad con esos muchachos a quienes hace cuatro años apabulló una violencia criminal que nos agravia”, expresa Luis Fernando Granados, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S), en el texto de sala de la exposición.
Posteriormente, Bernabé Abraján, padre de Adán Abraján de la Cruz –uno de los 43 estudiantes desaparecidos–, platicó con los asistentes a la exposición y expresó que todos debemos luchar para cambiar la realidad violenta, para reconstruir a México, “no podemos dejar todo en manos de una sola persona”.