Los dos mil años de historia del Coliseo, con sus transformaciones a través de todas las épocas, son celebrados con una muestra permanente apenas inaugurada dentro del propio monumento.

“Il Colosseo si racconta” (El Coliseo se narra) es el nombre de la exhibición abierta este mes al público nacional e internacional en el segundo “ordine” (nivel) del también llamado Anfiteatro Flavio.

“La muestra incluye por lo menos 400 piezas. Es una exposición permanente que acompaña al visitante a través de los siglos de historia del monumento, que fue anfiteatro por 443 años, pero después y por mucho más tiempo fue sede residencial”, explicó a Notimex la curadora y responsable del proyecto científico, Rossella Rea.

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Resaltó que el último espectáculo celebrado en el Coliseo tuvo lugar en el año 523 de nuestra era y que en el Medioevo tanto gente de extracción humilde, como personajes de elevado nivel social, como la familia noble de los Frangopane, eligieron vivir dentro del monumento.

Los nobles residían en “domus” (villas) de hasta dos niveles y con jardín, mientras los más pobres ocupaban las criptas subterráneas.

“Entre los siglos IX y XIV se construyó dentro del Coliseo un tejido urbano que fue abandonado a causa de derrumbes provocados por terremotos, como el de 1349 que fue contado por Petrarca”, dijo Rea.

Ya desde entonces había comenzado el saqueo de los mármoles y decorados del anfiteatro, que fueron utilizados por los diferentes pontífices para la construcción de iglesias y otros monumentos arquitectónicos.

“Las piezas en exposición cubren dos mil años de historia y llegan hasta la época contemporánea. Encontramos también instrumentos usados durante la restauración del monumento en el siglo XIX”, señaló la experta.

Por su parte, la arquitecta mexicana Margarita Segarra Lagunes, quien participó en el diseño museográfico de la muestra, resaltó que el Coliseo ha sido un modelo de referencia para la arquitectura de todos los tiempos.

“Desde el momento en el que se construye el Coliseo es una opera prima, pues por primera vez se realiza un edificio para espectáculos de esas dimensiones y sobre todo en un material durable como es el travertino y la mampostería”, destacó.

Reconoció que diseñar la instalación museográfica fue un desafío, porque fue necesario confrontarse con una escala enorme como es la del Coliseo y, al mismo tiempo, ocuparse de piezas muy diferentes que van desde el esquelto de un ratón encontrado en la excavaciones medievales, hasta capiteles (parte superior de una columna) de dos toneladas de peso.

“En realidad esta instalación lo que intenta es narrar la historia del Coliseo desde sus orígenes pero a través de otros siglos que son menos conocidos y que documentan los usos que se llevaron a cabo en su interior durante la época medieval”, añadió.

De la muestra forman parte también varias maquetas, como la diseñada entre 1790 y 1812 por Carlo Lucangelli, que representa al Coliseo en su momento más completo, o la de Carlo Fontana (1638-1714), discípulo de Gian Lorenzo Bernini (máximo exponente del barroco).

También forma parte de la exposición permanente el epígrafe colocado en 1926 por Benito Mussolini en la base de una cruz colocada en la arena del monumento, removida después para completar la excavación de los subterráneos, además de decoraciones de edad imperial romana y medieval.

Destinado para ser sede de partidas de caza, combates de gladiadores y ejecuciones de condenados a muerte, el Coliseo fue edificado en el lugar que antes ocupaba el lago artificial de la “Domus Aurea”, la residencia del tristemente célebre emperador Nerón.

El monumento fue construido por deseo de tres emperadores de la dinastía Flavia: Vespasiano, Tito y Domiziano y fue inaugurado solemnemente por el primero en el año 80 de nuestra era con fiestas y juegos que duraron varios días.

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