De bailarina de la Guelaguetza a artesana textil, Adriana Ramón Guzmán originaria de Ixtaltepec, Oaxaca, incursiona en la escritura con el libro Textiles del Istmo de Tehuantepec, un texto cuyo objetivo es dar voz a las y los artesanos oaxaqueños para rescatar sus memorias sobre las tradiciones textiles.
En entrevista, la creadora de la marca “Tejiendo sueños” relata que este libro surge de la inquietud sobre cómo han cambiado las costumbres en la indumentaria, tales como: las formas de las flores que van bordadas en los vestidos, las telas con las que se elaboraban los atuendos, el maquillaje y los tipos de vestidos para cada evento, esto a raíz de las pláticas con su abuela, con quien vivió su niñez.
“Todos esos datos curiosos y detalles son los que me interesa dejar registrados y así tener una línea del tiempo para que la gente conozca cómo han cambiado nuestras tradiciones, pero, sobre todo, que sean nuestros ancestros quienes lo cuenten”.
Resalta la artesana que este proyecto es un homenaje, especialmente a su abuela, quien le inculcó la importancia de la tradición, del vestir, de bailar los sones, de ir a las fiestas patronales y de cumplir con los tequios, como la cooperación social.
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“También va dedicado a las artesanas y los artesanos textiles que ya no bordan, pero narran sus memorias de cómo trabajaban y la importancia que representa la vestimenta, desde las telas, los colores, hasta cada uno de los accesorios que la acompañan, los cuales en su conjunto se consideran como un tesoro del Istmo de Tehuantepec”, agrega.
El proyecto Textiles del Istmo de Tehuantepec fue seleccionado para recibir el apoyo del Programa de Acciones Culturales Multilingües y Comunitarias 2020 (PACMyC), constará de 75 páginas con una reseña sobre las características y la elaboración de técnicas textiles importantes que aún sobreviven como son: el bordado de aguja chica, el tejido de aguja de gancho, la cadenilla y el telar.
También llevará detalles de los complementos del vestuario como: joyería, calzado, peinado y maquillaje, todo ello acompañado de las experiencias de cada artesana o artesano que lo elaboraba.
“El libro quedará muy chiquito para todo lo que hay que decir”, asegura Adriana, pues tuvo que hacer una minuciosa selección dejando material en espera de ser publicado “tengo suficiente hasta para tres libros más que complementen”.
Para complementar el proyecto propuesto al PACMyC, Adriana Guzmán, también Licenciada en Administración con especialidad en Desarrollo Empresarial, graduada con el diplomado de Diseño Industrial por la Universidad Nacional Autónoma de México, incluye tres talleres de tejido y bordado presenciales (cuando las condiciones lo permitan) dirigido a las y los niños y jóvenes para que conozcan y aprendan este oficio y así forjar una nueva generación. “Lamentablemente hoy en día las y los jóvenes no están tan interesados en esforzarse, en tener disciplina, en dedicarse al arte del bordado, por eso quiero impulsar a quienes sí quieren, porque así es como se hereda la tradición”.
Adriana Guzmán desde los 17 años se encontró con los textiles, tras renunciar a ser bailarina folclórica, su pasión inicial. Luego de participar en la Guelaguetza, decidió que su camino estaba más enfocado a la investigación, al tejido y el bordado, así se dio a la tarea de conocer a detalle la historia que tiene su región oaxaqueña y la importancia que representa la vestimenta y accesorios de origen zapoteca.
“En las peores crisis y situaciones, quien tiene una mente visionaria y emprendedora encuentra un mejor camino, y eso me pasó”, asegura la artesana istmeña, creadora de una colección de más de un centenar de trajes tradicionales y fundadora del taller Casa “Tejedora de Sueños”, ubicada en Asunción Ixtaltepec, Oaxaca.
Apasionada del arte, dice que le ha entregado su vida, tiempo, amor, emoción y conocimiento, no solo para crear, también para enseñar, pues ante la COVID-19, ofrece en redes sociales tutoriales sobre bordado y tejido, como parte de la hermandad que, asegura, heredó de sus abuelos.