Para vivir el verdadero Oeste americano, nada mejor que el corazón del Distrito Histórico de los Stockyards, y mejor aún, la arena del Cowtown Coliseum, una joya de la arquitectura de 1908, que este año cumple su primer centenario.

Su construcción inició en 1907 y tuvo un costo de 250 mil dólares. En aquel tiempo, se decía que Texas tendría en Fort Worth el espacio de exhibición de ganado más grande, elegante y perfectamente equipado de Estados Unidos.

El primer evento que se llevó a cabo fue una exhibición de bovinos y desde entonces, ha sido el epicentro de otras muestras de ganado, de espectáculos míticos como los que daban los jefes comanches hace más de cien años, o con vaqueros y jaripeos mexicanos.

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También ha sido escenario para la lucha libre o de artistas como Elvis Presley, quien cobró siete mil dólares por su concierto, del Ballet Ruso y del cantante de ópera Enrico Caruso ante unas ocho mil personas.

Han ingresado a él todos los expresidentes de Estados Unidos y ha sido locación para películas, programas de televisión y videos musicales.

George Strait y Billy Dean filmaron videos en sus instalaciones, mientras que las películas con escenas desarrolladas en el Cowtown Coliseum, son “Tough enough” con Dennis Quaid y “Pure country” con George Strait.

El programa de televisión de CBS “Walker Texas Ranger”, con Chuck Norris, también hizo escenas en el lugar.

Sobre todo, el Cowtown Coliseum es el único lugar en el mundo donde cada viernes y sábado, a las 20:00 horas hay rodeo.

Cuando los turistas visitan Fort Worth por primera vez, ésta es una de las paradas obligadas y es importante decirles que los animales usados para las competencias están bien cuidados y que ninguna de las suertes practicadas pone en riesgo la integridad del ganado vacuno ni de los caballos.

Lo anterior es porque se siguen normas muy estrictas de organizaciones de protección animal y porque se trata de un espectáculo familiar.

Durante dos horas, los asistentes ven a jinetes recorrer obstáculos con briosos caballos valuados en cientos, o a veces, millones de dólares.

También se disfrutan las suertes del lazo y del atado de ganado a la vieja usanza, con los vaqueros más diestros de Estados Unidos y algunas celebridades de México, Canadá y hasta de países con gauchos como Brasil y Argentina.

En este espectáculo los niños también se divierten, ya que pueden saltar al ruedo gracias a los payasos de rodeo y a las vaquillas que los persiguen.

Las vaqueras, por su parte, hacen suertes con sus caballos y demuestran su destreza hasta llegar al momento culminante del evento.

Se trata de la monta de toros salvajes, con jinetes valientes que, por segundos, tratan de aguantar el empuje y los brincos de esas bestias que pesan cientos de kilos.

Como todo show, la música no puede faltar, por lo que cantantes de country, algunos conocidos y otros principiantes, buscan ganarse el respeto de uno de los públicos más exigentes de Texas.

Dependiendo del fin de semana, también hay grupos de vaqueros mexicanos, bailables, música de mariachi, bandas sinaloenses, cantantes de rock, celebridades del rodeo, competencias internacionales, bailes de línea y todo lo que tenga que ver con la cultura vaquera que une a Norteamérica.

Pero la fiesta no sólo transcurre en el ruedo, también en las gradas donde hay personas provenientes de varios países que llegan portando sombrero, paliacate y botas para respirar mejor el ambiente vaquero.

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