Diversos estudios indican que, al igual que otras instituciones, en las próximas dos décadas los museos transformarán sus maneras de funcionar, cambio que podría venir más pronto de lo pensado, tras los efectos de la contingencia sanitaria por la COVID-19. Por esta razón, en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y bajo una perspectiva de género, ha surgido la iniciativa de innovación ciudadana “Laboratoria: mujeres en el museo”.
Promovido por el Observatorio de Museos Raquel Padilla Ramos, de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones (CNMyE), el proyecto busca consolidar este espacio de colaboración, intercambio de conocimientos y experimentación, para que mujeres de diversas edades, estratos y desempeños profesionales, trastoquen los discursos de los espacios museísticos, contribuyendo a su apertura hacia diseños y políticas más centrados en ellas.
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Las profesionales de la CNMyE, Susana Manjarrez Albarrán, Carolina Carreño Vargas y Yolotl Figueroa Silva, señalan que se trata de tender puentes entre los museos y las ciudadanas para dar lugar a modelos más interactivos e innovadores. La iniciativa se suma así, a la serie de laboratorios puestos en funcionamiento en los últimos años a nivel mundial, por gobiernos, universidades y la sociedad civil.
La responsable del Programa Nacional de Estudios de Público, de la CNMyE, Susana Manjarrez destaca que es la primera vez que dentro del Instituto surge un laboratorio de innovación ciudadana, en respuesta “a la necesidad urgente, por parte de los públicos, y sobre todo de las mujeres, de ser escuchadas y de ser tomadas en cuenta en estos espacios que, a veces, perciben muy distantes de su realidad cotidiana”.
Según detalla, “Laboratoria: mujeres en el museo”, con sede en el Museo Casa de Carranza, en la Ciudad de México, está en sintonía con la iniciativa Laboratorios Ciudadanos Distribuidos, de Medialab-Prado, laboratorio ciudadano del Ayuntamiento de Madrid, el cual funciona como lugar de encuentro para la producción de proyectos culturales abiertos en varios países, con el objetivo de crear comunidades que generen y reproduzcan saberes colectivos, sobre todo, en cuestión de género.
“Laboratoria: mujeres en el museo” lanzó una convocatoria para integrarse a un par de proyectos: “Mapeo colectivo: mujeres, cuerpo y territorio” y “Divulgación significativa contra la violencia hacia la mujer”, al primero respondieron 39 colaboradoras, y al segundo, 28. Ambos serán enriquecidos con propuestas de mujeres que proceden de varios estados de la República Mexicana, y ejercen disciplinas tan diversas como la sociología, la pedagogía, la historia, la biología, la arquitectura, la filosofía y el teatro.
Como apunta la integrante de la “Laboratoria” y coordinadora del Programa Nacional de Educación Patrimonial, de la CNMyE, Carolina Carreño, los laboratorios de innovación ciudadana son espacios no solo para experimentar proyectos, sino que también están bajo experimentación, es decir, que deben tener esta habilidad para cambiar rápidamente, asimilar errores y ensayar nuevas fórmulas en su modelo, gestión, etcétera.
Junto con la colaboradora en la citada área de Educación Patrimonial, la promotora Yolotl Figueroa Silva, detalla que el proyecto “Divulgación significativa contra la violencia hacia la mujer” utilizará, justo, la herramienta de interpretación del patrimonio, para proponer materiales coadyuvantes en la visita a salas, los cuales permitirán evaluar cómo están representados los roles de las mujeres en los diferentes discursos museográficos.
Otra vertiente del mismo, es el planteamiento de exposiciones. Por el momento, existe la propuesta de una de dedicada a las mujeres prehispánicas. En tanto que una tercera línea se enfoca a tratar la problemática de las mujeres en el museo, ya sean visitantes o personal, a fin de trabajar en un protocolo de atención a quienes padecen acoso o violencia dentro de estos espacios. En ese sentido, ya hay prototipo en torno al tema de la lactancia en espacios públicos.
En cuanto al “Mapeo colectivo: mujeres, cuerpo y territorio”, su intención es, desde la cartografía emocional, entender cómo las mujeres, en su diversidad, perciben el museo como espacio, lo sienten y se familiarizan con él. Carolina Carreño y Yolotl Figueroa comentan que al respecto ya se efectuó una experiencia con niñas, y se trabajará en un prototipo con la temática de precarización laboral.
Lo que se busca es mapear territorios, ya sea alrededor de los museos o al interior de los mismos, vinculándolos a los intereses de las mujeres. De suerte que, concluyen, “lo valioso de esta laboratoria, es su apertura al diálogo y a que las propuestas vengan del lado contrario a las instituciones, lo cual representa un cambio de mentalidad. Ya no se trata de imposiciones desde el ámbito oficial, sino que las colaboradoras, las ciudadanas, hagan escuchar su voz y sus necesidades, en las instituciones, en nuestro caso en los museos del INAH”.