El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reconoce el aporte de las mujeres en la arqueología mexicana y destaca sus alcances en las investigaciones de la disciplina que, en muchas ocasiones, las han llevado a dirigir centros estatales, museos regionales o zonas arqueológicas.

Tales es el caso de la Zona Arqueológica Tlatelolco, dirigida por la arqueóloga Edwina Villegas Gómez, continuadora de una gran tradición iniciada hace 62 años por la arqueóloga Antonieta Espejo y Vázquez del Mercado.

“Antonieta Espejo quedó como responsable de la excavación y luego de la zona arqueológica que delimitaba el territorio del Templo Mayor de Tlatelolco. Posteriormente, el director fue el arqueólogo Salvador Guilliem Arroyo; las siguientes responsables del sitio hemos sido mujeres, yo llevo al frente casi nueve años”, destacó Edwina Villegas.

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Para la arqueóloga es una gran responsabilidad dirigir un espacio arqueológico como Tlatelolco, donde el trabajo se incrementa porque todavía muchas personas no están acostumbrados a tratar estos trámites con una mujer, cuando se refieren a salvamento, convenios o revisión de excavaciones.

Explicó que en Tlatelolco se trabaja de manera distinta al encausar, de manera constante, el plan de manejo del sitio, dando prioridad a lo cotidiano, a las necesidades de la zona, con lo que se logra una funcionalidad óptima.

Recientemente, la zona arqueológica, en su perfil oficial en Facebook compartió un cartel donde se aprecian los rostros de diversas mujeres que dirigen u operan algún sitio patrimonial, un museo regional o un centro INAH.

Diseñado por la Dirección de Operación de Sitios del INAH, como reconocimiento a que cada vez son más las responsables de estos espacios históricos, a lo largo del país; desde el noreste, pasando por la Ciudad de México, hasta el sureste.

El lunes 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, la zona arqueológica presentó la monografía informativa “Malacates, husos y textiles, elementos del poder femenino”, que aborda la importancia y significado del entierro 12 de la ofrenda 5, excavado frente al Templo Ehécatl-Quetzalcóatl, donde se localizaron los restos de una infanta de entre 2 a 4 años de edad, con diversos objetos arqueológicos que demuestran que las niñas también fueron mensajeras de los dioses.

“La perspectiva de género nos impacta a nosotras las mujeres, las que trabajamos aquí ya tenemos otra manera de ver la información que divulgamos, ya no solamente nos interesa hacer una exposición, sino que ésta considere una perspectiva de género, por lo que nos preocupamos en hacer actividades que sean incluyentes e inclusivas”, afirmó la arqueóloga.

Al respecto, compartió que la Zona Arqueológica Tlatelolco lleva dos años programando actividades incluyentes e inclusivas, además de trabajar la información con perspectiva de género, por lo que son un sitio patrimonial incluyente, en toda la extensión de la palabra.

Asimismo, desde hace cuatro años, se han acercado a la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México, para capacitarse sobre los derechos de las mujeres y masculinidades, siendo de las primeras zonas arqueológicas del INAH en hacerlo.

Continuando con el reconocimiento de los derechos de las mujeres y la no violencia contra ellas, el 26 de marzo, en punto de las 17:00 horas, a través de su página en Facebook, realizarán un conversatorio donde participarán la arqueóloga Paola Silva Álvarez, encargada de las colecciones de ese espacio histórico; Susana Padilla Coronado, encargada de la difusión del sitio, y la directora de la zona arqueológica, para ahondar en la explicación de la infografía publicada.

“Analizaremos por qué es importante el malacate, el textil, cómo se identifican a través de la arqueología y cómo se lo mostramos al público para que puedan apreciar, y a su vez, transmitir esta información a las generaciones más jóvenes, que son a las que nos dirigimos en las redes sociales. Es una reinterpretación del entierro y ofrenda de una niña, para no quedarnos en la sola descripción arqueológica, pues los materiales femeninos están cargados de simbolismo específico, por lo que es muy importante verlos desde la igualdad y equidad de género”, comentó Edwina.

Finalmente, se pronunció porque las mujeres tengan la voz y los votos necesarios para que sus trabajos sean tomados en cuenta, ya que hay arqueólogas con mucho qué decir sobre sus investigaciones, “y que podamos hacer redes de unión donde se privilegie la sororidad entre nosotras”.

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