El lienzo de ‘La ronda de noche’, una joya del Siglo de Oro holandés y una de las obras más famosas de Rembrandt, contiene una inusual y desconocida capa de plomo, un hallazgo que ayudará a conocer mejor los métodos del pintor y a mejorar su estado de conservación.

El descubrimiento se ha llevado a cabo con fluorescencia de rayos X, una técnica no invasiva que permite detectar elementos químicos a submicroescala en el lienzo y que ha sido utilizada por primera vez para analizar el cuadro.

La obra, acabada en 1642, es una de las joyas de la exposición permanente del Rijksmuseum de Ámsterdam y, su título original es ‘Compañía militar del distrito II al mando del capitán Frans Banninck Cocq’.

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La pintura muestra a la milicia del capitán Cocq cuando este da la orden de marchar al alférez Willem van Ruytenburch. Detrás de ellos están los dieciocho miembros de la compañía –quienes pagaron una media de cien florines al pintor por aparecer en la obra–, junto a un perro y tres niños que están corriendo y dan movilidad a la escena.

Su nombre popular, ‘La ronda de noche’, se debe a una confusión, ya que durante siglos se pensó que mostraba una escena nocturna hasta que en 1947, tras una restauración, se vio que la obra solo estaba oscurecida por la degradación del barniz y por la suciedad acumulada durante años y que la escena tenía lugar durante el día.

Además, en sus cuatrocientos años de vida, ‘La ronda de noche’ sufrió varios actos de vandalismo (fue atacada con un spray de ácido en una ocasión y rasgada con un cuchillo en otra), por lo que ha sido restaurada en varias ocasiones.

Tantas alteraciones llevaron a los científicos a poner en marcha, en 2019, la ‘Operación Ronda de Noche’, un proyecto de investigación y conservación para estudiar cómo Rembrandt había creado la obra y evaluar su estado actual.

El equipo, formado por científicos de la Universidad de Amsterdam, del Rijksmuseum, la Universidad de Antwerpen y la Universidad de Utrecht, y liderado por Fréderique Broers, usó una combinación de técnicas de fluorescencia de rayos X y dispersión para identificar elementos químicos a submicroescala en las capas inferiores del lienzo.

Así, a partir de las muestras de un pequeño fragmento de pintura extraído del cuadro, descubrieron una capa rica en plomo bajo la capa de fondo de arcilla cuarzosa del lienzo.

Los investigadores creen que Rembrandt pudo haberse desviado de los métodos habituales de la época aplicando aceite de plomo para proteger el cuadro de la humedad en lugar de utilizar la capa de encolado habitual.

Lo cierto es que aún se desconocen varios detalles sobre su preparación, como los productos químicos utilizados en las capas situadas bajo la pintura.

Rayos X en el arte y en “El grito”

No es la primera vez que los investigadores recurren a las técnicas empleadas para el estudio del cuadro de Rembrandt.

En 2019, la revista Science Advances publicó un artículo sobre las tecnologías utilizadas para estudiar el arte patrimonial y, en 2020, publicó un estudio que analizó “El grito”, de Edvard Munch, considerado la representación definitiva de la ansiedad y la angustia mental.

Aquella investigación, realizada mediante una combinación de métodos espectroscópicos no invasivos y técnicas de rayos X, reveló que la humedad podría ser el principal factor ambiental que ha degradado a este cuadro, que es una de las pinturas más famosas de la era moderna.

Y es que, pese a las condiciones excepcionales de conservación de este cuadro pasó varios años en paradero desconocido, lo que contribuyó a su deterioro, especialmente acusado en las zonas en las que el autor usó pigmentos basados en sulfuro de cadmio.

La investigación descubrió que debido a la humedad, el sulfuro de cadmio original se convirtió en sulfato de cadmio, modificando los pigmentos amarillos, un descubrimiento que ayudó a optimizar las condiciones de conservación del cuadro y a minimizar su exposición a niveles de humedad relativa del 45% o menos.

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