Cerrando los ojos y afinando soplos de su boca, el argentino Esteban Valdivia encontró en los huesos y plumas de las aves la forma de conectar el presente con los ritmos que sonaban hace miles de años en Latinoamérica.
Su pasión por la música y el estudio de las civilizaciones precolombinas hicieron que este baterista de heavy metal ahora dedique su vida al descubrimiento de esos sonidos que producían los humanos que vivían hace más de 3.000 millones de años sobre la línea ecuatorial, música hecha con instrumentos improvisados provenientes de los cadáveres de los animales que cazaban.
El músico llegó a Cali a la ‘Colombia Bird Fair’, un evento que cumple 10 años este 2024 y que reúne a expertos de todo el mundo para hablar sobre las más de 560 especies de aves que hay en esta ciudad del suroeste del país, la tercera más importante del país.
“La iniciativa nació desde que comencé a frecuentar estos ‘enjambres’ de pajareros y pensé sobre cómo habría sido la observación ornitológica hace miles de años y qué aves vieron las personas en ese tiempo”, relata a EFE Valdivia.
Su investigación lo llevó a descubrir instrumentos ornitomorfos precolombinos, es decir, que tenían formas de aves. Además, descubrió que esas civilizaciones también lograban sacar música de los cadáveres de los animales.
“Cuando el animal muere, todos sus huesos, plumas y caparazones tienen propiedades acústicas las cuales, con pequeñas modificaciones, son capaces de producir sonidos”, asegura Valdivia, añadiendo que “es increíble ver cómo a través de la muerte no desaparecemos, sino que nos transformamos en música”.
En 2017 se casó con una colombiana nacida en el Valle del Cauca, departamento que alberga esta feria de aves, razón que lo impulsó a seguir investigando. Gracias a esta particular curiosidad, ya ha logrado escribir dos libros y lanzó su disco.
“Se trata de la de ‘fonoanimanología’, es decir, el estudio físico y espiritual de los sonidos de los animales, especialmente los pájaros, cuyos huesos y plumas producen una música impresionante”, insiste Valdivia.
Su presentación en la ‘Colombia Bird Fair’ fue especial, pues los pajareros procedentes de países como Alemania, Corea, Estados Unidos, Canadá y Asia se mostraron cautivados por un concierto que se ofrece en espacios abiertos y con auriculares inalámbricos.
“En este concierto se deben utilizar auriculares para que sea totalmente inmersivo, pues estos instrumentos no suenan muy duro, pero a través de micrófonos se capta hasta el más mínimo detalle que luego llega directamente a sus oídos”, cuenta el músico.
En los conciertos cada participante recibe su propio auricular y puede desplazarse hasta un kilómetro de distancia sin perder fidelidad en el audio para disfrutar de esta experiencia tan especial.
En la actualidad Valdivia cuenta con 998 suscriptores en su canal de YouTube en el que ya tiene 141 videos con su música y explicaciones de sus investigaciones.
Asegura que continuará explorando sonidos ancestrales, sin desenfocar el amor que une su amada Argentina con Colombia.
“Que mi esposa sea de este país me ha traído nuevas curiosidades y espero este año sacar un libro llamado ‘Colombia Pishkutaqui’, sobre instrumentos sonoros precolombinos de esta tierra”, concluye.