Una nueva interpretación para el cuadro ha surgido a partir de una litografía.

El icónico cuadro El grito de Edvard Munch, no representa a una persona gritando, sino a alguien que escucha un grito, explicó el Museo Birtánico.

La nueva interpretación parte del hallazgo de una litografía del cuadro con una inscripción: “sentí un gran grito en toda la naturaleza”, por parte de la responsable de la exposición dedicada al artista, Giulia Bartrum, quien considera que sería más apropiado titular El susto.

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Aunque la frase no es inédita, porque Munch la plasmó en su diario el 22 de enero de 1892, un año antes de pintar el cuadro al rememorar la caminata con un par de amigos: “Me detuve, me apoyé en la valla, mortalmente cansado. (…). Yo me quedé allí temblando de miedo, y sentí un grito enorme, infinito, pasar por la naturaleza”.

El cuadro ha sido considerado históricamente como una confirmación de que Munch estaba enfermo mentalmente, versión que desmienten diversos historiadores del arte.

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