Una de las pinturas más icónicas de Salvador Dalí, ‘El Cristo’, un óleo sobre lienzo de 1951, vuelve temporalmente a España después de 71 años para exponerse en el Teatro-Museo dedicado al pintor español en su localidad natal, Figueres.
La obra estará presente hasta el 30 de abril procedente de la galería Kelvingrove de Glasgow (Reino Unido), tras regresar este tiempo a España, donde no se veía desde 1952.
Esta vuelta a casa temporal de una pieza que se expuso por última vez en España en Madrid y Barcelona da pie la muestra “Dalí. El Cristo de Portlligat”, que se inaugura este miércoles.
La comisaria de la exposición, Montse Aguer, señaló en su presentación que esta obra “emociona” y “seguramente Dalí la tenía en mente mucho antes de pintarla”.
La muestra profundiza en el proceso de creación del artista y destaca la importancia del paisaje y del lugar de ejecución de la pieza, el taller de Portlligat, cerca de Figueres.
Además de la pintura protagonista, se expone otra obra primordial para el artista y estrechamente vinculada a la anterior, ‘La cesta de pan’ (1945).
Ambas comparten, según explicó el propio artista, “la maestría técnica, la composición formal, un realismo fotográfico, el claroscuro que da relieve a la crucifixión y una luz que aporta dramatismo a la figura e intensifica su percepción mística”.
Esta dualidad la hace “una exposición única”, aseguró Aguer, pues “no se podrá ver en ningún otro lugar”, y “especial”, porque “seguramente a Dalí le hubiera gustado mucho ver el Cristo en su museo”.
También forma parte de la exposición material inédito que permite conocer el contexto creativo: cinco fotos, seis piezas de elementos preparatorios, un cuaderno con estudios y esbozos de entre 1948 y 1958, que se muestran en formato original con el soporte de un monitor, y dos audiovisuales.
La pieza principal se exhibe con un destacado componente escenográfico para fomentar su contemplación y toma relevancia el cortinaje de terciopelo rojo oscuro, al ser la propuesta de Salvador Dalí para la I Bienal Hispanoamericana de Arte de 1952, celebrada en Madrid y Barcelona.
Tras la compra por la ciudad de Glasgow de ‘El Cristo’ en 1952, Dalí explicó en una revista escocesa: “Mi cuadro ha sido inspirado por el dibujo en el que el propio san Juan de la Cruz representó la crucifixión”.
La figura crucificada mira hacia abajo, hacia el paisaje que completa la obra, con una escena habitual en la bahía: unos pescadores trabajando en la orilla, pero en el barco aparece un labrador francés pintado por Le Nain y otra silueta del estilo de Velázquez
