Desde hace varios siglos, artistas de diversos países han desarrollado representaciones de la Natividad, que constituye una de las principales celebraciones en Occidente y, dentro del año litúrgico cristiano, una tradición religiosa que conmemora el nacimiento de Jesús que, según el relato bíblico, aconteció hace más de 2000 años.

El Museo Nacional de San Carlos invita a conocer dos de sus obras más representativas sobre esta escena, una del artista griego Emmanuel Tzanes Buniales y otra del pintor español Sebastián Gómez, conocido como el Mulato de Murillo, a través de sus redes sociales y en el marco de la campaña “Contigo en la distancia” de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.

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La pintura de carácter religioso forma una parte sustancial del corpus central de la colección del Museo Nacional de San Carlos, recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), que conserva el acervo público de arte europeo más importante del país, abarcando desde el siglo XIV hasta principios del siglo XX. A través de diversos periodos históricos y estilos artísticos, temas como la Natividad, la Anunciación y la Adoración de los Reyes Magos, fueron representados constantemente.

La obra de Tzanes, un artista del último periodo del Renacimiento, quien estuvo activo en la ciudad de Venecia a principios del siglo XVII, plasmó su devoción religiosa en el nacimiento de Cristo, pues además de ser pintor fue también sacerdote en la iglesia griega ortodoxa de San Jorge en Venecia.

La pintura titulada La Natividad presenta al niño y la Virgen María al centro y se acompaña de varias escenas vinculadas al nacimiento de Cristo, como los ángeles que anuncian a los pastores la noticia de la llegada de Jesús, los Reyes Magos siguiendo la estrella de Belén para realizar su adoración, la duda de José como padre de Cristo y uno de los primeros milagros atribuidos al niño según los evangelios apócrifos.

La pintura destaca por el uso del dorado, una tradición heredada del arte bizantino que simboliza la luz divina. El recinto de la Red de Museos del INBAL presentará esta pieza en su sección “Acervo en un minuto”, el 25 de diciembre, a través de sus redes sociales.

Por otro lado, la pieza de Sebastián Gómez fue realizada a finales del siglo XVII bajo el estilo del Barroco, caracterizado por los grandes contrastes de luces y sombras, recurso impulsado en España por artistas como Bartolomé Esteban Murillo, por lo cual el seudónimo de Gómez está vinculado con el apellido del artista sevillano para señalarlo como continuador de su estilo.

A diferencia de la pintura de Tzanes, la pieza de Sebastián Gómez se centra en la Sagrada Familia, María y José inclinados hacia el niño Jesús recostado en una cuna, mientras un ángel observa al recién nacido.

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