La escritora, guionista de cine y periodista mexicana Josefina Vicens fue en el siglo pasado precursora en ámbitos como el feminismo, con un legado muy valioso en la actualidad para “encontrar el sentido de la vida”, en palabras de la estudiosa de esta autora Daniela Tarazona.
La editorial Tránsito publica por primera vez a España un volumen que recoge las dos únicas novelas de una de las escritoras mexicanas más reconocidas de la historia: Josefina Vicens (1911-1988).
“Es muy importante el trabajo que hizo ella en estas obras, ya que tomó una serie de riesgos muy innovadores para su época que llegan hasta el día de hoy”, explica a EFE su compatriota Tarazona.
Para ella, es crucial que llegue esta primera edición a España, porque permite conocer una de las claves de la “genealogía de la literatura mexicana”, al ser una escritora que ha tenido mucha resonancia en su generación y entre las más jóvenes.
Tarazona destaca que los temas de la novela son “muy actuales”, tienen una gran relevancia en el presente y responden a muchas preguntas sobre la “condición humana”, ya que su poética está muy relacionada con la búsqueda de sentido y existencia.
“Creo que los jóvenes deberían acercarse a estos libros, porque vivimos en un tiempo en el que es difícil encontrar sentido en la vida cotidiana y entender hacia dónde vamos, no solo como individuos, sino también como sociedad”, aclara.
PRECURSORA DEL FEMINISMO
Vicens, originaria de Villahermosa, en el estado mexicano de Tabasco, es considerada en la actualidad una de las escritoras más importantes del siglo XX en su país.
Sus únicas dos novelas son “El libro vacío” (1958), que habla sobre el proceso de la escritura, y “Los años falsos” (1982), que cuenta como un hombre se forma a partir de los dogmas, las costumbres y las recurrencias en el núcleo de una familia y su entorno social.
Tarazona indica como la autora fue clave en los inicios del movimiento feminista en México durante el siglo pasado, ya que incluso tuvo una participación dentro del Gobierno en una sociedad de defensa de las mujeres.
“Además de eso, también puso siempre en tela de juicio los roles de género en una sociedad muy estructurada”, agregó.
Como ejemplo, cita lo que sucede en “Los años falsos”, donde el protagonista pierde a su padre y asume su identidad, concretamente todos los estereotipos de como debían ser los hombres en esa época: violentos, mujeriegos, etc.
“En la novela se puede ver cómo era todo ese constructo de la masculinidad de ese momento, masculinidad que aún puede reconocerse en muchos lugares”, subrayó.
En “El libro vacío” también se puede ver un poco esa crítica al machismo de la época, con el lugar de “acompañamiento” que ocupa la pareja del protagonista, ese “lugar pasivo” de sustentar el núcleo familiar y de soportar una serie de cuestiones que están ya anquilosadas, concluye.