El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), Juan Luis Arzoz, declaró: “Hay editoriales que la están pasando muy mal y están buscando qué hacer, pero no tenemos noticias de que haya cerrado alguna”, explicó.

“La crisis nos ha afectado generosamente, porque desde abril hasta parte de agosto no había librerías abiertas. Al no existir ese canal era muy difícil que los miembros de la Caniem tuvieran ventas. Hay que recordar que la caja registradora de las librerías es donde inicia el flujo de todo el circuito del libro”.

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Al anunciar la convocatoria de los premios Caniem 2020 —cuya entrega está programada el 12 de noviembre, en modalidad aún por definir— , el editor destacó que en la última semana de agosto y la primera de septiembre la venta de libros en México registró una recuperación con respecto a otros momentos de la pandemia, en particular la semana 15 (del 6 al 12 de abril), “la peor de todas”, según datos de Nielsen BookScan, la principal compañía de medición de ventas de libros en el mundo.

Consideró que ese repunte será insuficiente para alcanzar los niveles de ventas de años anteriores, aunque estimó que para finales de 2020, de acuerdo con Nielsen BookScan, se puede llegar a un estándar similar al de 2019.

“El bache que tuvimos en la pandemia difícilmente lo recuperaremos”, aseguró y detalló que la rama de libros de texto registró una merma de uno por ciento, al no haber escuelas ni otros lugares adonde promover sus productos.

Sobre la situación de las librerías en el país, Genoveva Muñoz, del Consejo directivo de la Caniem, indicó que, aunque no hay datos oficiales, se sabe de manera informal de la desaparición de al menos cinco.

Juan Luis Arzoz aseguró que no han tenido respuesta de las autoridades al desplegado que publicaron el 30 de marzo solicitando el apoyo del gobierno: “Solicitábamos un pago de impuestos diferido; o sea, ningún privilegio, no queríamos que nos dieran dinero, sino que, dentro de la misma operación, tuviéramos algunos beneficios para paliar la crisis”.

También refrendó el apoyo de la Caniem a la próxima Feria Internacional del Libro de Guadalajara y afirmó que harán lo que esté a su alcance para que tenga lugar de forma presencial, si bien asumió que la última palabra la tendrán las autoridades competentes según el estado del semáforo sanitario.

Los Premios Caniem de este año buscan dejar atrás “la tristeza por la pandemia” y fortalecer “el lado soleado” de la literatura. Por ello, además de la entrega de los ya tradicionales al Arte editorial y el Juan Pablos, con los cuales se reconoce, de forma respectiva, a los mejores libros y la labor editorial, también se crearon tres nuevas distinciones que son “una especie de Óscar de la industria editorial mexicana”.

Estas nuevas distinciones, se detalló, son al Mejor libro del año, en las categorías de ficción, no ficción y literatura infantil y juvenil, en cuya designación podrá participar el público, así como a las mejores iniciativas editorial y comercial, estas dos últimas deliberadas en la cámara y con las que se busca reconocer a los profesionales que destaquen en ese par de ámbitos.

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