Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Lund (Suecia) reveló el hallazgo de alrededor de 3.000 especímenes vegetales en buen estado de conservación, incluidas especias exóticas provenientes de regiones remotas del planeta, dentro de los restos de una embarcación nórdica que se hundió frente a las costas sur de Suecia hace más de 500 años.
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El descubrimiento de los productos alimenticios, documentado en la revista Plos One, tuvo lugar en 2021 durante una excavación arqueológica marítima del naufragio del buque de guerra medieval Gribshunden, que perteneció al rey Juan I de Dinamarca.
El ‘castillo flotante’ del monarca danés terminó sumergido en las profundidades del mar debido a un incendio, seguido de una explosión, cuando se encontraba anclado en Stora Ekon, un islote sueco situado en el archipiélago de Blekinge.
Se sugiere que el incidente sucedió en 1495, al tiempo que Juan I se preparaba, junto con su séquito, para reunirse con el regente sueco Sten Sture el Viejo, con el fin de que el Consejo sueco lo eligiera soberano de Suecia y de esta manera reunificar los reinos nórdicos bajo su corona. El gobernante danés había llevado consigo objetos prestigiosos para demostrar a la delegación sueca la autoridad y riqueza de su imperio.
Descifrando los lujos de la realeza
Los especialistas detallaron que los restos orgánicos de cereales, semillas oleaginosas, frutas, verduras y especias fueron identificados a partir de una investigación arqueobotánica. Asimismo, explicaron que las especias exóticas descubiertas en el Gribshunden eran alimentos lujosos en el norte de la Europa medieval, los cuales fueron importados a través de una cadena de comerciantes que se extendían hacia Asia.
Entre los extractos de origen vegetal encontraron azafrán, clavo, jengibre y pimienta negra, así como mostaza y eneldo. “El hallazgo de esturión en 2019 fue una indicación de que el Gribshunden llevaba alimentos de élite, pero no previmos la variedad y el volumen de especias que finalmente encontramos”, precisó el arqueólogo Brendan Foley.
También encontraron bocadillos como moras secas, frambuesas, uvas y lino. No obstante, la única planta no comestible que identificaron los científicos fue el beleño, que en esa época se usaba con fines medicinales. “No está claro cómo se almacenaron y transportaron estas plantas alimenticias”, recalcaron los especialistas, ya que no se encontró ningún contenedor en el barco.
“Vemos que el rey Juan y su círculo social no solo consumieron estos costosos manjares, Juan también usó las especias para demostrar su riqueza y sus conexiones globales”, aseguró Foley, señalando que “el consumo de grandes cantidades de delicias importadas era una forma en que Juan podía usar el ‘poder blando’ para convencer a los suecos de que aceptaran su Gobierno”.
“Los hallazgos brindan una visión incomparable del funcionamiento de la corte real nórdica de finales de la Edad Media”, indicaron los científicos.