El año es 600 millones a.C., y la Tierra es un lugar completamente diferente de lo que es hoy en día. Las criaturas más avanzadas en la Tierra son (probablemente) la llamada fauna o biota de Ediacara. Para el ojo no entrenado, se parecen a las plantas, estáticas y aparentemente inactivas. Pero las cosas no son siempre lo que parecen.
La fauna de Ediacara ha fascinado a los científicos durante años, tratando de descubrir si eran algas, hongos, animales o un reino completamente diferente. Ahora, un grupo de científicos cree que finalmente tienen la respuesta. En un nuevo estudio presentan convincentes argumentos de que esta fauna de Ediacara era realmente un animal.
Ellos dominaron los mares en todo el mundo, con rastros de sus fósiles que aparecen en todos los rincones de la Tierra. La fauna de Ediacara apareció por primera vez hace unos 635 millones de años, solo para desaparecer rápidamente después de la Explosión Cámbrica, hace unos 542 millones de años.
Parte de la razón por la cual estas criaturas han sido tan difíciles de precisar es su anatomía única. Presentaban frondas de tipo tubular, que se ramifican en una materia fractal. Tienen un parecido con los moluscos (y otras criaturas con una simetría similar), pero también se parecen a algunas esponjas e incluso medusas. Algunos paleontólogos han sugerido que representan una rama de la vida completamente extinta, tal vez incluso un vínculo entre las plantas y los animales.
Jennifer Hoyal Cuthill del Instituto Tecnológico de Tokio y la Universidad de Cambridge en el Reino Unido y Jian Han en la Universidad del Noroeste en Xi’an, China, analizaron más de 200 fósiles de una especie marina de hace 518 millones de años llamada Stromatoveris psygmoglena.
Ya se creía que esta criatura era una especie de animal, pero no estaba claro si también pertenecía a la fauna de Ediacara. Si pudiera establecerse esta conexión, entonces indicaría que la fauna de Ediacara era realmente animal.
Cuthill y Han realizaron un análisis por computadora, utilizando características anatómicas para reconstruir las relaciones evolutivas entre Stromatoveris y las criaturas genéticamente cercanas a él. Descubrieron que Stromatoveris, al igual que todos los demás organismos ediacaranos que analizaron, no pertenecía a ningún grupo de animales vivos (o phylum). Tienen su propia rama, en algún lugar entre las simples esponjas marinas y animales más complejos como gusanos y moluscos.