El paisaje urbano de Madrid abre espacio a la escultura “Julia”, del artista español Jaume Plensa, que en plenas fiestas decembrinas rompe con lo típico de estas celebraciones, y lo hace para estar durante un año en la plaza de Colón.

La Fundación María Cristina Masaveu Peterson y el Ayuntamiento de Madrid promueven este proyecto, un busto de 12 metros de altura de resina de poliéster y polvo de mármol blanco, que se expondrá hasta al 20 diciembre de 2019.

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La escultura está sobre el antiguo pedestal de la plaza de Cristobal Colón, en el espacio que antes ocupaba la estatua del navegante genovés, y con los ojos cerrados “Julia” dirige su rostro sereno al centro de la ciudad.

“Julia está dirigida al corazón de nuestro ser. Es un espejo poético y virtual en el que cada uno de nosotros pueda verse reflejado en sus preguntas más íntimas provocando un instante de reflexión personal e íntimo dentro del agitado dinamismo que genera el espacio público”, dijo Plensa su presentación.

Expuso que se trata de una figura blanca y tierna, en la que cada espectador pone “sus deseos, ilusiones y sueños: tiene los ojos cerrados para que cada uno exprese su mundo interior oculto”.

El montaje es promovido por el Ayuntamiento de Madrid y la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, con lo que se inaugura un programa artístico para mostrar, durante un año una obra artística seleccionada por concurso público en dicho pedestal de la Plaza de Colón.

El proyecto impulsado por el Ayuntamiento contará con el mecenazgo de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson durante las tres primeras convocatorias.

Plensa, quien nació en Barcelona en 1955, es un artista de materiales, sensaciones e ideas, se considera ante todo escultor, aunque su proceso creativo pasa por múltiples disciplinas.

Sus obras se dirigen a la condición misma del ser: su esencia física y espiritual, la conciencia de sí mismo y de su pasado, sus códigos morales y dogmas y su relación con la naturaleza.

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