Los editores, escritores y promotores culturales Joaquín Díez-Canedo, Felipe Garrido y Socorro Venegas fueron convocados esta noche para recordar a Alí Chumacero con una charla en la Casa Museo Alfonso Reyes-Capilla Alfonsina.
Alí Chumacero, quien fue Miembro de Número de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) al ocupar la Silla XXXIV, nació en Acaponeta, Nayarit, el 9 de julio de 1918 y murió el 22 de octubre de 2010 en la Ciudad de México, dejando un legado monumental.
Durante el homenaje de esta noche, organizado por la AML se mencionó su labor como ensayista y poeta. Mucho tiempo vivió en Guadalajara, donde estudió primaria, secundaria y preparatoria, y viajó a la capital para estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Se recordó que durante su juventud participó en varios proyectos de difusión cultural, al colaborar en la creación de la revista Tierra Nueva junto con los también hombres de letras y amigos personales José Luis Martínez, Leopoldo Zea y Jorge González Durán.
También fue reseñista y director ocasional de Letras de México, así como colaborador de El Hijo Pródigo, y participó en la fundación de México en la cultura, suplemento de Novedades. Además, aportó mucho en la consolidación del Fondo de Cultura Económica (FCE).
En esa casa editorial fue director y fundador de la serie SepSetentas y subgerente y gerente de producción. De igual manera, fue becario en El Colegio de México y del Centro Mexicano de Escritores. Además, miembro del Pen Club Internacional y del Consejo Nacional del Seminario de Cultura Mexicana.
En el acto se informó al público asistente que recibió reconocimientos como el Premio Rueca (1944), Premio Xavier Villaurrutia (1980), Premio Rafael Heliodoro Valle (1985), Premio Internacional Alfonso Reyes (1986), y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura (1987).
Igualmente, el Premio Amado Nervo (1993), Premio Nayarit (1993), Premio Ignacio Cumplido de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (1996); Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde (1999), y el Reconocimiento al Mérito Editorial 2001.
En 2008 fue nombrado Hijo Distinguido del Estado de Nayarit y asimismo, fue Doctor Honoris causa por la Universidad Autónoma Metropolitanas (UAM). Su obra incluye los títulos “Páramo en sueños” (1944), “Imágenes desterradas” (1948) y “Palabras en reposo” (1956).
