El idioma español “ha aprendido a mantener la unidad respetando la diversidad” y no se habla ni mejor ni peor, sino “distinto” según el lugar en el que se emplea, afirmó el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, en una entrevista con EFE en Pekín.
“Ha aprendido que no solo hay que dialogar con las lenguas hegemónicas, sino también con las minoritarias”, explicó García Montero, quien ha viajado esta semana a China para reforzar los lazos culturales e impulsar el español en el gigante asiático.
Así, el director del Cervantes recordó que el español “se ha formado en diálogo con muchas lenguas indígenas”, por lo que se mostró contrario a una “homologación que sirva para borrar con una cultura dominante las culturas tradicionales”.
“La globalización no puede ser el dictado de un sistema económico que se olvide de los lazos humanos o culturales. No puede ser un proyecto que descanse en el predominio y que facilite los enfrentamientos bélicos y las guerras. Tiene que ser una cultura de paz basada en el entendimiento, la diversidad y las distintas perspectivas del mundo. En eso trabaja el Cervantes”, argumentó.
Además, hizo hincapié en que el español, junto al inglés y el chino, es una de las “lenguas fundamentales en la globalización”.
En este momento, la comunidad hispanohablante la conforman 500 millones de personas, a las que se suman los alrededor de 200 millones que estudian español, de los que 60.000 lo han hecho a través del Instituto Cervantes en China.
El país asiático lidera el número de inscritos en la red de la institución para obtener el DELE (Diploma de Español como Lengua Extranjera) con más de 5.500 examinados en 2023 y 60.300 desde su implantación en 2006, aunque la dura política de ‘cero covid’ que impuso China durante la pandemia frenó esta tendencia.
“Queremos ampliar no solo el número de estudiantes sino también el de alumnos que después hagan la certificación del DELE, hay razones de mucho interés”, señaló el máximo responsable del Cervantes, quien citó como la principal de ellas “el intercambio humano, la multiculturalidad, el conocer más la cultura china y que la cultura china nos conozca más a nosotros”.
Pero más allá, “al matricularse en universidades extranjeras o participar en proyectos en Estados Unidos, la valoración del español como lengua es muy importante”, subrayó.
“Trabajamos también para difundir el español para que la gente pueda trabajar en el turismo, atender turistas, para la investigación científica y tecnológica, en colaboración con Europa y otros territorios”, acotó.
Según datos del Ministerio chino de Educación, más de 60.000 estudiantes han optado por aprender español en el país, 25.000 de ellos en la universidad, donde se imparte en más de un centenar de facultades.
Dentro de este impulso que la institución quiere dar a su presencia en China cobra especial relevancia la conversión de la biblioteca Miguel de Cervantes de la megalópolis de Shanghái en Instituto Cervantes, una categoría con la que hasta ahora solo contaba la sede de Pekín.
Este cambio de categoría requirió de una laboriosa negociación con el Gobierno chino y fue uno de los asuntos que abordó el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, cuando visitó el país en marzo de 2023.
“Estamos de celebración”, aseguró García Montero, y destacó que España será el único país que tenga dos institutos oficiales de idiomas en el país asiático, lo cual “consolida la posibilidad de la enseñanza del español en China”.
El director del Cervantes permanecerá en el país asiático hasta el próximo 20 de abril, con un programa que incluye su participación en mesas redondas, encuentros con rectores y otros responsables de instituciones educativas y visitas a exposiciones organizadas en colaboración con el Instituto.