Un equipo de arqueólogos de la Oficina Estatal de Baviera para la preservación de monumentos descubrió una tumba celta con los cuerpos de dos personas cremadas y objetos que sorprendieron a los investigadores.
Los hallazgos más destacados son una espada doblada y unas tijeras en un estado de conservación “excepcionalmente bueno”, prácticamente sin muestras de oxidación. Los científicos también describieron un fragmento de un escudo, una navaja, una cadena para un cinturón, una punta de lanza y una fíbula, un tipo de broche metálico que se usaba antiguamente para sujetar las prendas de vestir.
Pese a que los cuerpos de las personas enterradas en esta tumba fueron incinerados, los científicos, después de evaluar los objetos, sugirieron que se trataba de un hombre y una mujer, según un comunicado de la Oficina.
Un examen más completo de los hallazgos mostró que las tijeras, de 12 centímetros de longitud, están especialmente diseñadas para personas zurdas.
La espada había sido inutilizada intencionadamente, mediante un proceso de calentamiento y doblado. La razón de este ritual sigue siendo objeto de varias suposiciones.
Por sus características, los hallazgos atestiguan que los fallecidos gozaban de un estatus social elevado.
Entre los siglos III y II antes de Cristo los celtas cremaban a sus muertos y enterraban los restos de sus esqueletos en fosas junto con el ajuar funerario.