Con los murales pintados en la parte exterior del techo “prácticamente perdidos” debido a “problemas de filtración de agua” y la madera de la cubierta “podrida e hinchada”, parte de sus placas despegadas por los terremotos y la urgencia de sustituir los “tornillos de tlapalería” con los que fueron fijadas a los bastidores metálicos de la techumbre, el Polyforum Cultural Siqueiros espera iniciar en marzo la primera etapa de su restauración, que ya está autorizada.

Con una inversión total de cuatro mil 400 millones de pesos, los dueños del conjunto que alberga el denominado “mural más grande del mundo”, trazado en una superficie de ocho mil 500 metros, contemplan que en tres años, para marzo de 2023, podría quedar totalmente restaurado y construido el proyecto inmobiliario que lo haría autosustentable durante los próximos cien años.

Éste proyecta la construcción de una torre de usos múltiples de 48 pisos, una plaza pública de seis mil metros cuadrados, los museos del Muralismo Siqueiros y del Mecenazgo y dos nuevos espectáculos de luz y sonido.

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De lo contario, le estamos dando aspirinas a un enfermo de cáncer terminal. Necesitamos una solución de fondo y a largo plazo”, afirma tajante Esteban Suárez, nieto de Manuel Suárez y Suárez (1896-1987), quien concibió el complejo pintado por David Alfaro Siqueiros (1896-1974) e inaugurado en 1971.

Cerrado desde el 11 de septiembre de 2017 –fecha en que el Instituto Nacional de Bellas Artes autorizó levantar los tapiales, y un año después retirar los locales comerciales que lo rodeaban–, el edificio catalogado como Monumento Artístico en 1980 y como Patrimonio Cultural y Urbano de la CDMX en 2014 ha dejado de recibir en estos dos años a más de 20 mil personas.

Hoy tenemos el peor de los dos mundos, porque estamos cerrados, no hay flujo de visitantes, nos sigue costando y no podemos hacer uso de los recursos del fideicomiso porque aún no arranca la obra”, explica Suárez a

Detalla que el mural La marcha de la humanidad, confeccionado en la bóveda interior a lo largo de dos mil 500 metros, está en buen estado, aunque ya tiene casi 50 años sin ser restaurado.

Los 12 paneles que integran los murales de las paredes exteriores, otros dos mil 500 metros, presentan distintos grados de desgaste, ya que, en 1995, su padre, Manuel Suárez, a quien el abuelo legó la responsabilidad de custodiar el inmueble, pudo restaurar sólo cinco, que están en mejor estado.

“Los siete paneles que no alcanzó a intervenir, a pesar de invertir unos 20 millones de pesos en monto de hoy, están más agrietados y con partes de su superficie desprendidas. Al igual que los tres mil metros de murales ubicados en la parte exterior del techo. Y tenemos una barda perimetral de 500 metros, cuyas pinturas están en estado óptimo, pero les falta limpieza. Todo esto conforma los 8 mil 500 metros en total”, señala.

Desde hace 33 años, mi padre le ha hecho frente al Polyforum. El problema más grave es el económico. Es uno de los monumentos artísticos más importantes del siglo XX, pero que depende de un particular. Nunca hemos recibido apoyos públicos ni privados. Ni siquiera un subsidio en el predial. Pagamos 300 mil pesos de predial al bimestre”, aclara.

El arquitecto egresado de la Universidad Iberoamericana añade que ya tienen los permisos. “Sólo esperamos que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) actualice el proyecto con las modificaciones que le hicimos: no excavar por debajo, cambiar el uso de vivienda por hotel en la torre y correcciones en la estructura. En marzo podemos arrancar en paralelo la restauración y la primera etapa de obra”, indica.

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