Considerado uno de los artistas más reconocidos del siglo XX y cuya obra se caracterizó por tener una fuerte visión cosmológica, el pintor español Joan Miró fue un hombre arraigado a su tierra que combinó el arte abstracto con el surrealista para convertirse en artista de proyección internacional.
Su obra es tan importante que es resguardada por emblemáticos recintos, como el Museo de Arte Moderno (MoMA, por sus siglas en inglés) de Nueva York; la Galería Nacional de Arte y el Museo Metropolitano de Arte, en Washington; el Museo Nacional de Arte Contemporáneo en París y el Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, España.
Joan Miró nació el 20 de abril de 1893 en Barcelona, España, en el seno de un hogar liderado por un relojero y orfebre, según su biografía publicada por la Enciclopedia Británica.
En 1910, el pintor se matriculó en la Escuela de Relaciones Industriales en comercio y un año más tarde tras sufrir fiebre tifoidea decidió dedicar su vida al arte, por lo que ingresó a la Academia de Arte de Barcelona, dirigida por el pintor y pedagogo Francesc Galí (1880- 1965).
Una década después, en 1920, Miró viajó por primera vez a París, donde desarrolló su tendencia a la pintura surrealista y se relacionó con el pintor francés André Masson (1896- 1987).
En 1921 presentó su primera exposición individual en la Galería de La Licorne, en París, de acuerdo con una biografía publicada en el portal de internet “joanmiro.com”.
En ese periodo conoció al teórico del surrealismo André Breton (1896- 1966), quien influiría teóricamente en su obra y a partir de 1929, cuando contrajo matrimonio con Pilar Juncosa, Miró comenzó a interesarse en la realización de “collages”, práctica que lo llevó a la fabricación de esculturas surrealistas.
Además, en esos años, el creador español experimentó con otras formas artísticas como la litografía, las acuarelas y la pintura sobre cobre.
Cuando Miró tenía 48 años su obra fue exhibida en el MoMA, en Nueva York, donde se presentó su primera gran retrospectiva a cargo del curador James Johnson Sweeney.
En 1947, el artista surrealista visitó por primera vez Estados Unidos con el objetivo de pintar un mural en Terrace Plza Hoterl Cincinnati y para participar en la exposición “El surrealismo en 1947: Exposición Internacional de Surrealismo”.
En los años siguientes su obra fue exhibida en el Museo Nacional de Arte de Tokio, donde además se presentaron sus primeras esculturas monumentales de bronce “Pájaro solar” y “Pájaro lunar”.
Para celebrar sus 90 años, en 1983 se organizaron diferentes exposiciones, tales como “Joan Miró: A Ninetieth-Birthday Tribute”, en el MoMA, y “Joan Miró: años 20. Mutación y realidad”, en la Fundación Joan Miró de Barcelona.
La Fundación Joan Miró solicitó hace años a la Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés) que un cuerpo celeste llevara el nombre del artista.
De acuerdo con información difundida por agencias de noticias internacionales, el Minor Planet Center, centro dedicado a la detección de asteroides en el Sistema Solar, respondió a la solicitud favorablemente, pues determinó que el asteroide cuatro mil 329 será nombrado “4329 Miró”.
El motivo de la fundación para hacer dicha petición es el carácter cosmológico de la obra del artista, ya que los signos de las estrellas, la Luna, el Sol o las constelaciones son parte ineludible de su imaginario.
El 25 de diciembre de ese mismo año, el pintor surrealista español falleció en Palma de Mallorca y su cuerpo fue enterrado en el cementerio de Montjuïc de Barcelona.