Daniel Mordzinski

Desde chico amé la lectura, el acto secreto de viajar en el tiempo sin salir de casa o de la biblioteca.

Con 18 años estudiaba cine y soñaba con una sucesión de imágenes que eran fotos, libros y películas y que me ayudaban a escaparme de la terrible realidad de la dictadura militar Argentina.

Así empecé a trabajar como becario del director de cine Ricardo Wulicher y un buen día, durante el rodaje de “Borges para millones”, fotografié a Jorge Luis Borges. El poeta ciego fue el primer escritor que retraté, mi propio Aleph.

Ocurrió en Buenos Aires en 1978, yo tenía 18 años, y como era un día especial, le había pedido a mi papá prestada su vieja Nikkormat.

No me imaginaba entonces que sería el comienzo de una larga serie ni del laberinto literario que se abría a mis ojos.

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