El centenario del nacimiento del escritor mexicano Juan José Arreola, que se conmemoró este año, ha llevado a su familia a descubrir textos, fotografías y anécdotas que desconocían, lo cual su nieto, Alonso Arreola, consideró como grato.

“Es un gran pretexto, digamos coyuntural, para que mucha gente interesada en su obra la conozca y no solo eso, sino que mucha gente que compartió momentos especiales con él, eche a andar la memoria, active los recuerdos y nos ofrezca una nueva perspectiva de su persona y de su trabajo”, indicó a Notimex.

El músico compartió que se dio cuenta de la importancia de su abuelo en el ámbito cultural desde muy chico, ya que coincidió con uno de sus momentos más fuertes en la televisión. Lo acompañaron a filmaciones, e incluso hicieron algunos programas con él.

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“Era toda una aventura darte cuenta de que ese personaje que para ti resultaba tan peculiar y entrañable, también existía puertas afuera, en la calle y otros espacios; era muy lindo atestiguar el cariño de la gente y la generosidad de él para dialogar con el mundo”, destacó.

Alonso Arreola lo recuerda en los extremos de la felicidad, del enojo y del entusiasmo, aunque también había muchos momentos de mesura; sin embargo, admitió que le gusta recordarlo “subrayado o amplificado”, lo cual sucedía varias veces al día.

“Lo mismo podía pasarte cuando ibas en la motocicleta con él rumbo al mercado en Zapotlán (Jalisco), o a ver algo de libros en el Hotel Camino Real o yendo hacia Guadalajara en la noche en el tren. De pronto algo disparaba en su ánimo, una amplificación, tenía que ver probablemente con algún poema, algún compositor clásico, algún enojo cotidiano o a propósito del apellido de alguien”, reveló.

Sin embargo, quien es considerado uno de los mejores bajistas mexicanos, afirmó que era realmente divertido estar al lado de su abuelo y las cosas que más extraña son sobre todo las cotidianas, pero que él volvía extraordinarias.

Describió como locuaz la relación que Juan José Arreola tuvo con la familia, porque era una persona cuya creatividad y genio necesitaba libertad y resguardo, lo cual siempre entendieron en la familia y tuvieron un gran trato por mucho tiempo.

“Es un gran momento para recordar quién fue como abuelo y quién fue como artista. Yo estudié literatura y mi relación literaria con él es muy particular. Mi padre también tuvo librerías y el objeto libro estuvo siempre conmigo, entonces no se necesitó que nos obligaran a leer sino que sucedió de manera natural”, dijo.

Además de la música, Alonso Arreola consideró importante su interés por la literatura, y recordó que cuando estudiaba letras su abuelo compartía ciertas ideas al respecto, lo cual resultó trascendental porque podía hablar con él directamente sobre ciertos autores que le resultaban importantes y sobre los cuales le daba luz.

Confesó que nunca sintió la presión de ser escritor, incluso es periodista y profesor, y aseguró que la ventaja de ser el nieto es poder aplicar el diminutivo de abuelito, lo cual cambia las relaciones, y la relación artística con su obra ocurrió cuando ya estaba grande.

“He abordado su obra en algún disco y en dos proyectos en vivo que están dedicados uno a su ‘Bestiario’ y el otro a un cuento que se llama “La migala”, pero sucedió de manera natural y sin este compromiso filial o de apellido”, admitió.

Actualmente, Alonso Arreola, ex integrante del grupo La Barranca, se encuentra enfocado a la música, y trabaja con el cantautor Jaime López, con quien se presentó el 30 de noviembre en Foro del Tejedor, y con Fernando Rivera Calderón, en un trío denominado Monocordio.

“Tengo un proyecto que es el de ‘La migala’, con Denise Gutiérrez, Mardonio Carballo y Sofía Mora; está también el proyecto del ‘Bestiario’, con Iraida Noriega, con Juan Manuel Torreblanca; estoy siempre inquieto con la cuestión musical y relacionada con las letras”, finalizó.

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