La coleccionista y mecenas cubana Ella Fontanals Cisneros, una de las más importantes del mundo, aprovechó la cercanía de la inauguración la feria de arte contemporáneo española (ARCO) en Madrid para presentar su primer libro, una biografía novelada titulada ‘Ella soy yo’.

“Es una novela de ficción, basada en mi vida real. La mitad es ficción, la mitad es de verdad”, un anhelo que tenía desde hace tiempo, explicó este jueves en uno de los salones de su residencia madrileña, rodeada de obras de arte, no en vano su colección está formada por más de 3.000 piezas, la más extensa de arte latinoamericano.

Ella Fontanals-Cisneros (Cuba, 1944) se crió en Venezuela y tiene pasaporte español por sus orígenes familiares. Es especialista en arte y diseño contemporáneo latinoamericano, coleccionista desde los años 70 y fundadora y presidenta de la Fundación de Arte Cisneros Fontanals.​

Su colección incluye nombres como Gego, Jesús Rafael Soto, Alejandro Otero, Lygia Clark, Mira Schendel, además de piezas de Marina Abramovic, Los Carpinteros, Ai WeiWei, Carmen Herrera, León Ferrari, Damien Hirst, Jenny Holzer, Donald Judd, Anish Kapoor, Barbara Kruger, Ana Mendieta, entre muchos otros.

Dos meses en México, con una disciplina de trabajo férrea, alejada de los museos y presentaciones de arte, dio como resultado un libro que considera “un eco de su identidad”, en el que relata situaciones que no vivió, “pero que existieron durante mi periodo de crecimiento”, y que son difíciles de discernir de las reales.

Contado en primera persona, en el libro utiliza un lenguaje que pretende ser fácil también para los jóvenes, a los que quiere acercar la realidad de una mujer latinoamericana en los años 60 y 70 y lo duro que era “progresar en la vida pública y empresarial. Hoy en día la gente joven piensa que eso ha sido muy fácil”.

Reconoce que es “un poquito dura” con algunos de los personajes que aparecen en el libro, y cita a Donald Trump. “Con Fidel Castro sufrimos mucho sus decisiones y su liderazgo y quizá lo traté demasiado suave”.

Por el camino, asegura que dejó encuentros con muchos personajes relevantes, “resultaba muy abrumador”, advierte.

Hace doce años, la coleccionista mantuvo conversaciones con el Gobierno español para crear un museo de arte latinoamericano con la donación de 400 obras y prestaría otras 600 (principalmente arte cubano). En 2018, firmó un preacuerdo con el exministro Íñigo Méndez de Vigo y dos años después rompió las negociaciones.

“Yo creo que la política y yo no vamos muy de acuerdo. Yo vengo del mundo empresarial, donde las cosas se hacen, se piensan y van adelante, en la política va de acuerdo al momento”, y describe como un vaivén de cambios y esperas en las que “ha habido una falta de interés. La cultura es lo primero que recortan cuando hay déficit de algo. ¿Cuál es el Ministerio que menos dinero tiene? El de Cultura”.

Con ARCO vuelve a la actualidad su actividad como mecenas y coleccionista una feria “de descubrimiento, bellísima donde el arte latinoamericano está muy bien representado, para mí ha sido realmente un referente y aplaudo realmente la labor que ha hecho” para conectar el arte de allí con Europa y los museos.

Comenta divertida que “hoy en día creo que hemos invadido Madrid. Yo digo que es la reconquista del conquistador”, dice en relación con la unión entre los artistas latinos y España.

Lectora incesante, a pesar de que ahora no tiene un libro en sus manos, abrió cinco librerías en Venezuela, asegura que su próximo libro será una auténtica biografía. Cosas que contar no le faltan. 

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