¿Qué se puede decir de Ciudadano Kane que no se haya dicho hasta ahora? 75 años han pasado ya desde su estreno el 1 de mayo de 1941 en el RKO Palace de Broadway, en Nueva York. La película, inspirada en la vida del magnate de la prensa William Randolph Hearst, consolidó a un jovencísimo Orson Welles como uno de los personajes más importantes de la historia del cine. Y es que tenía solo 25 años cuando protagonizó, escribió, dirigió y produjo esta historia que habla de la ambición, corrupción y poder, pero también de soledad y traiciones, de sentimientos heridos donde la falta de amor es clave para entender el comportamiento de Charles Foster Kane.
Ciudadano Kane ha estado liderando durante 50 años el top ten de la lista de las mejores películas de todos los tiempos de la prestigiosa revista Sight & Sound. Desde 2012 es Vértigo, de Alfred Hitchcock, la que ocupa la primera posición del ranking que confecciona cada década la publicación británica con la ayuda de 846 críticos, programadores y distribuidores.
El reputado crítico Roger Ebert sentenció que Ciudadano Kane se trataba, oficialmente, del mejor filme de la historia. El paso del tiempo no ha hecho más que avivar la fuerza de sus imágenes, el poder de su lenguaje narrativo con el uso de flash-backs, una puesta en escena espectacular con escenarios donde se aprecian los pequeños detalles, el uso de imágenes muy contrastadas y la insistencia de profundidad de campo, así como los grandes angulares y los largos planos secuencia, que supusieron una revolución en la estética cinematográfica y que ha tenido efectos inspiradores en obras posteriores.
El filme comienza con la muerte del protagonista. Kane fallece en soledad en su mansión de Xanadú, en plena decadencia personal. La última palabra que pronuncia es Rosebud. El misterio de su significado mueve al periodista Jerry Thompson (William Alland) a investigar sobre lo que esconde esa palabra. En su periplo, y a través de varias entrevistas a algunos de los allegados de Kane, reconstruirá su vida, sus glorias y miserias, pero sólo el espectador logra conocer al final cuál es el significado de Rosebud.
Rodar la película no fue tarea fácil. Hearst intentó boicotearla y de hecho lo consiguió. Su estreno estaba previsto dos meses y medio antes pero se pospuso debido a las presiones ejercidas por el todopoderoso magnate de la prensa, que atacaría al filme en sus medios de comunicación e intentaría que la película no se distribuyese. Con motivo del 75 aniversario de la proyección de Ciudadano Kane, os desvelamos algunos episodios y datos curiosos que rodearon a esta obra maestra.
1. Total libertad creativa
Era la primera película de Welles, un joven ambicioso curtido en el teatro y la radio. Tuvo carta blanca para hacer lo que quisiera a pesar de no tener experiencia previa en el mundo del cine. Así se lo garantizaba el suculento contrato con los estudios RKO, que le convertirían en el cineasta mejor pagado y con mayor independencia de la historia del cine norteamericano. Welles se movió como pez en el agua durante el rodaje y se llevó consigo a sus compañeros del Mercury Theatre, entre ellos a su gran amigo Joseph Cotten.
Tres años antes, en 1938, había conseguido un éxito sin parangón con su discurso radiofónico de La guerra de los mundos de H.G. Wells. Fue una narración que causó el pánico entre los radioyentes, que dieron por cierta una invasión extraterrestre. A raíz de entonces , el artista de Wisconsin alcanzó la etiqueta de genio y su primer filme dejó constancia de su maestría como cineasta.
2. Polémica
La polémica que generó la cinta fue tal que RKO Pictures recibió ofertas monetarias para destruirla antes de su estreno público. Tras una negociación con los abogados de Hearst, la compañía cinematográfica presionó al director para que eliminara algunos fragmentos de la película. Una de las escenas eliminadas hacía referencia a la sospechosa muerte de Thomas Ince, un magnate del cine que falleció durante una fiesta de cumpleaños de Hearst.
3. ‘American’
Durante su producción, Citizen Kane fue conocida como RKO 281. En un principio la película iba a llevar por título American, pero el jefe de RKO George Schaefer sugirió cambiarlo por el de Ciudadano Kane. Orson Welles pensó en titular su película con el nombre de John Q.
4. El misterio de quién escribió el guión
Existe un debate abierto sobre la verdadera autoría del guión, que fue galardonado precisamente con el único Oscar de los nueve a los que aspiraba la película en la edición de 1942. El veterano guionista Herman J. Mankiewicz, gran bebedor y adicto al juego, había asistido a muchas de las fiestas que organizaba Hearst en Hollywood. Uno vez, el magnate negó su entrada a una de ellas, afirmando que tenía problemas con el alcohol. La veterana crítica de cine Pauline Kael publicó en 1971 en The New Yorker una investigación que apuntaba a que fue Herman quien escribió el guión del filme en un centro de rehabilitación alcohólica donde se le encerró para que cumpliera con la escritura del texto.
En Raising Kane la periodista desmitifica el papel que tuvo Welles en el guión y asegura que, pese a figurar en los créditos, no colaboró en una sola línea. Dicha postura no fue del agrado de muchos críticos y Peter Bogdanovich, cineasta y gran amigo de Welles refutó muchas de las afirmaciones de Kael. Charles Lederer, guionista y una de las fuentes de la periodista, insistió en que nunca se recurrió a la Screen Writers Guild para que arbitrase la cuestión de los créditos. En cualquier caso, la tendencia de Welles al egocentrismo le movió con frecuencia a desdeñar olímpicamente los aportes de sus colaboradores.
5. Secretismo en el rodaje
Welles mantuvo el plató cerrado, limitó el acceso al metraje y controló la publicidad de Ciudadano Kane para asegurarse de que la trama se mantuviese en secreto. Los primeros meses de filmación Welles alejó a los curiosos y a la prensa afirmando que estaban apenas ensayando, lo que dio resultado.
El rodaje se desarrolló entre el 29 de junio y el 23 de octubre de 1940 en el plató Paramount en Hollywood. También se rodó en el Parque Balboa y en el zoo de San Diego, así como en el Castillo de Oheka en Huntington (Nueva York).
6. El misterio de Rosebud
Rosebud es el gran secreto de la historia, la última palabra que dice Kane antes de morir y ha pasado a considerarse uno de los McGuffin más importantes de la historia del cine. Solo al final de la cinta el espectador conoce que Rosebud (”capullo de rosa” en español) es el nombre del trineo con el que jugaba Kane de pequeño, la imagen de una infancia añorada. Pero Rosebud es mucho más, en realidad era el apodo cariñoso que Hearst daba a las partes íntimas de su amante, la actriz Marion Davies, a la que intentó lanzar en vano al estrellato. En la película, Davies es presentada como una mujer frívola e interesada, pero lo cierto es que cuando Hearst se arruinó, ella le ayudó a superar la crisis vendiendo sus valiosas joyas.
Sobre Rosebud Welles aseguró que se trataba de un recurso para “arrancar” la historia. “El truquito de Rosebud es lo que menos me gusta de la película. No es más que eso, un truquito, y parece sacado de un libro de tercera sobre Freud para principiantes”, dijo.
Steven Spielberg compró el famoso trineo en una subasta en 1982 por 50.000 dólares. Cuando Orson Welles se enteró de esto, dijo: “Pensé que lo habíamos quemado”.
7. Gazapo
A lo mejor poca gente se habrá dado cuenta, pero la verdad es que Ciudadano Kane cuenta con un gazapo importante al principio de la película. Si Kane muere solo en su habitación ¿cómo es posible que la prensa esté intrigada por saber el significado de Rosebud, la última palabra que sale de su boca?. Cuenta la leyenda que hubo quienes se percataron del error antes del estreno de la cinta, pero Welles les pidió que no se lo contaran a nadie. Parece que los críticos no se dieron cuenta de este “error”, porque la película tuvo una abrumadora mayoría de opiniones positivas tras su estreno, aunque fue un fracaso comercial.
8. Inspiración
Orson Welles afirmó que, antes de realizar Ciudadano Kane, se había preparado viendo la cinta La diligencia (1939) de John Ford unas 40 veces. Se encerró en su casa y observó el mítico western cada vez con un técnico diferente con tal de aclarar dudas y tener claro cómo iba a plantear su historia. Así, cuando se presentó en el set de rodaje, sabía realmente lo que quería para su película.
9. Negativos perdidos
Los negativos originales de la película se han perdido. Fueron destruidos durante un incendio en los años 70. Asimismo, todo el equipo que formó parte del filme ha muerto. Kathryn Popper, la última actriz que permanecía aún con vida, falleció el pasado mes de marzo. Popper sirvió de asistente personal de Orson Welles y era la que pronunciaba la famosa frase “¿Qué es Rosebud?”.
10. Rodaje accidentado
Welles se lastimó el tobillo en mitad de la producción mientras rodaba la escena en la que Kane persigue a Jim Gettys por las escaleras. Durante dos semanas tuvo que dirigir la película sentado en una silla de ruedas, una situación que no ayudó a reducir las extenuantes jornadas de grabación diarias, que en ocasiones duraban hasta 18 horas.
Fuente La Vanguardia