La jueza Paola Plaza González, ministra en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, desestimó este jueves las solicitudes de los familiares de Pablo Neruda y del Partido Comunista de reabrir el caso sobre las circunstancias de la muerte del poeta chileno en septiembre de 1973.
Plaza González argumentó que cada una de las diligencias solicitadas son inconducentes, resultan tardías y ya fueron realizadas, y señaló que la línea de investigación sobre si hubo un interventor militar en la Clínica Santa María cuando Neruda estaba internado allí está agotada.
“En la Clínica Santa María no hay archivos anteriores al año 1982, entregándose solo una lista de personas que trabajaron en dicho establecimiento a la fecha de los hechos y que al momento de la diligencia aún mantenían relación contractual”, indicó la jueza, citando el respectivo informe policial.
Asimismo, recordó que un informe policial más reciente, del 19 de agosto de 2016, también concluyó que “no existen antecedentes que permitan confirmar si hubo designación de interventor en la Clínica Santa María por parte del gobierno de la época posterior al 11 de septiembre de 1973”.
“Como reflexión final, aun cuando la parte querellante Partido Comunista de Chile sostenga a fojas 4950 que ‘el Estado no ha empleado todos los medios a su alcance para averiguar la verdad’, basta la revisión del proceso para constatar que todos los recursos disponibles se han puesto al servicio de la investigación, que ha incluido la intervención de expertos nacionales y extranjeros y el uso de tecnologías inéditas en la indagación criminal, más la obtención de relatos de testigos, pericias de diversa índole, búsqueda de documentos e informes policiales, entre muchos otros, abarcando cada arista propuesta por las partes para el esclarecimiento de los hechos”, concluyó Plaza González.
El sobrino de Neruda y uno de los actuales querellantes, Rodolfo Reyes Muñoz, afirmaba que el premio Nobel fue asesinado por agentes del Estado y que murió “envenenado” 12 días después del golpe militar de Augusto Pinochet.
En los restos de Neruda encontraron la bacteria ‘Clostridium botulinum’, responsable de botulismo, aunque investigadores canadienses que los analizaron no pudieron determinar por qué la cepa estaba en su organismo en el momento de su muerte, concluyendo únicamente que “no debería estar ahí” y que no sabían si lo mató o si fue utilizada intencionadamente para asesinarlo.
“Sabemos ahora que el ‘Clostridium botulinum’ no tendría por qué haber estado en la osamenta de Neruda. ¿Qué quiere decir esto? Que Neruda fue asesinado, hubo intervención en el año 1973 por agentes del Estado”, dijo Reyes en una entrevista con EFE en febrero de este año.