“Si se habla de leyenda negra, con nombre y apellido, ahí está Hernán Cortés”, asegura el escritor español Tony Gratacós, que examina este “sambenito” en una novela sobre este personaje histórico que a principios del siglo XVI lideró la expedición que dio inicio a la conquista de México.
‘Todos sabrán mi nombre’ (Destino) es el título de este libro en el que el periodista y escritor recupera al protagonista de su primera novela, el joven cronista Diego de Soto, con el que relató la historia del viaje de Magallanes y Elcano en la primera circunnavegación del planeta.
Ahora, le sitúa en Tenochtitlán, capital del imperio mexica y actual Ciudad de México, en 1525, adonde llega tras dejar atrás su vida en la corte de Carlos V.
El cronista De Soto ha permitido al autor volver a viajar en el tiempo y hacer de nuevo de “cuestionador” de las versiones oficiales sobre estos personajes históricos, de tal forma que en esta nueva novela cuenta una historia que, basada “en hechos históricos ciertos”, permite abrir diferentes hipótesis sobre lo que ocurrió hace quinientos años.
Para ello, se ha basado en estudios como el del historiador mexicano José Luis Martínez, que compiló todos los documentos existentes en los Archivos de Indias sobre Hernán Cortés en cuatro tomos y que son, asegura Gratacós en una entrevista con EFE, “miel” para quien esté interesado en su figura.
Con esta documentación, Gratacós (Barcelona, 1967) ha dibujado lo que piensa que fue Hernán Cortés, “con sus luces y sus sombras” pero, advierte, deja que sea el lector quien decide “si fue dios o diablo”.
El escritor considera que la opinión generalizada es que fue un hombre sin escrúpulos que conquistó México sin importarle la sangre derramada y señala que el retrato que hace de Cortés en la novela “es consecuente con los hechos históricos”.
El personaje es dibujado a través de Diego de Soto, cronista al que el propio Cortés encargará que escriba las crónicas de sus gestas consciente de que “se vence con la espada, pero se conquista con las letras”.
El destino del legendario tesoro de Moctezuma es otra de las incógnitas que aparecen en la novela de Gratacós, que recupera los interrogantes sobre el oro de Tenochtitlán.
EFE