La literatura es un punto de encuentro, un territorio común para todas las edades, sostuvo la escritora Raquel Castro al reparar en la obsesión que persiste hoy día por buscar las diferencias entre las distintas generaciones.
Durante la mesa redonda “Literatura juvenil”, efectuada la noche del sábado como parte del primer Festival virtual de la Brigada para Leer en Libertad. De las calles a las redes, la autora consideró que la juventud actual lee más que la de la anterior generación, pero existe el problema de que los mayores censuran sus gustos.
“Debemos preguntarnos por qué queremos que lean lo que queremos. Hay una una cuestión de poder o jerarquías que las generaciones más jóvenes no les interesa seguir. Es probable que veamos enojados a los chicos, pero si damos una vuelta por lo que pasa el mundo tienen derecho a estarlo, aunque nos saque de onda que levanten la voz”, dijo.
“Lo que tendríamos que hacer en lugar de estar tan obsesionados en buscar diferencias entre generaciones, es buscar puntos de encuentro, y uno de ellos este puede ser la literatura. Debemos buscar esos puentes y respetar lo que les gusta”.
En su opinión, la literatura juvenil es el elemento ideal para establecer ese contacto generacional, ya que es un apartado del que pueden disfrutar tanto adolescentes como lectores de mayor edad y generar un diálogo franco entre ellos, en lugar de que sea el de adulto dictando desde un púlpito las maneras de comportarse.
La sesión virtual fue moderada por la comunicadora Lorena Elizabeth Hernández y contó además con la participación del escritor Arturo Vallejo, autor también enfocado al ámbito juvenil, quien consideró que la literatura dedicada a ese sector no tiene límites ni cortapisas.
“La literatura juvenil es capaz de tocar cualquier tema. Con esto quiero decir que no debería haber rubros prohibidos, por no tocar las sensibilidades los jóvenes lectores”, afirmó y recordó el “ridículo y escandaloso caso” de censura desde el poder político contra la novela Aura, de Carlos Fuentes, en el sexenio del panista Vicente Fox.
“La literatura juvenil puede tocar temas incluso desesperados y desgarradores”, recalcó, para luego precisar que la división de la literatura por categorías responde más a cuestiones prácticas de clasificación que a otros fines.