El director de la Academia Mexicana de la Historia, Javier Garciadiego Dantán, ha afirmado este viernes que las autoridades políticas toman decisiones pero “no nos pueden imponer una visión de la historia”.
“La historia es mucho más larga y profunda que la política”, ha agregado el historiador mexicano en declaraciones a la prensa tras la inauguración de un Encuentro de Academias Hispanoamericanas de la Historia, organizado por la Fundación Obra Pía de los Pizarro, en Trujillo (Cáceres), y que ha presidido Felipe VI.
“Como mexicano, acato y acepto la decisión del Gobierno” de su país, en referencia a la exclusión del rey de España a la toma de posesión de la mandataria electa, Claudia Sheinbaum, “pero como historiador digo que en México no existe la historia oficial”.
“Los políticos tienen ciertas percepciones, los historiadores tenemos otras”, ha insistido Garciadiego, cuya visión de la historia, “la cual no puedo generalizar, es que, tras un inicio conflictivo, México y España crearon una civilización extraordinaria, que es México, mestiza y sincrética”.
Por su parte, la presidenta de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias, ha instado a los historiadores a “deshacer tantas mentiras creíbles y tantas verdades exageradas” en torno al pasado común hispanoamericano.
“La universalidad es un hecho que cambió el mundo”, ha dicho Iglesias en este encuentro, y tras exponer que “las culpas” son individuales, “no colectivas”, ha calificado de “falsa” que exista “una culpabilidad total de un país” sobre aspectos de la historia.
Asimismo, ha manifestado que, a diferencia de otros imperios, especialmente en el siglo XIX, “las Indias nunca fueron una colonia”. “Las fronteras anglosajonas eran de exclusión frente a las fronteras incluyentes hispanas”, ha añadido.
Al acto también han asistido, entre otros, la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría; la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el presidente de la Fundación Obra Pía de los Pizarro, Hernando de Orellana-Pizarro, además de otras autoridades políticas y académicas.
