En 1968 el músico iniciaba una relación con Yoko Ono que estuvo rodeada de polémica. Lennon estaba casado entonces con su novia de toda la vida, Cynthia Powel, y la artista japonesa no tenía mucha afinidad con el resto del cuarteto de Liverpool.

Lennon empezó a salir con Cynthia Powell en 1957, cuando ambos estudiaban en el Colegio de Arte de Liverpool. Unos años después ella se quedaba embarazada y a pesar de la recomendación de los padres del músico, quienes le aconsejaron que no se sintiera obligado a casarse con ella, la pareja contraía matrimonio en 1962. Seis meses después nacía Julian Lennon.

Tres años después, el 9 de noviembre de 1966, John Lennon conocía a Yoko Ono en una galería de arte de Londres donde la artista, exponía su obra. La curiosidad y admiración hizo que el compositor buscara a la autora de la obra. Ambos se sintieran inmediatamente atraídos el uno por el otro, tanto como para romper cada uno con sus respectivos matrimonios e iniciaron una relación a la que solamente puso fin la muerte del artista a manos de Mark David Chapman, un admirador loco

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Esta fue las reflexiones y conclusiones sobre el amor a las que este icono de la música llegaba después de sus intensas vivencias:

“Nos hicieron creer que el “gran amor”, sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado. Las personas crecen a través de la gente.

Si estamos en buena compañía, es más agradable. Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada “dos en uno”: dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.

Ah!, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto… cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy enamorado de tí, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien. Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la violencia, se practica a plena luz del día…”

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