A 566 años de su nacimiento, Leonardo da Vinci, autor de “La Gioconda” (1503-1519), uno de los retratos más emblemáticos de la historia de la pintura, es considerado uno de los más grandes genios de la humanidad.

Leonardo di ser Piero da Vinci, hijo de un rico notario florentino y una campesina, nació el 15 de abril de 1452 en la villa toscana de Vinci, Italia.

Desde sus primeros años, el pequeño Leonardo mostró un fuerte interés por la pintura y pasaba gran parte de su tiempo dibujando animales mitológicos de su propia invención, inspirados en una profunda observación del entorno natural en el que creció.

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El portal “biografiasyvidas.com”, señala que al cumplir 14 años y gracias al apoyo de su padre, ingresó como aprendiz en el taller del artista Andrea del Verrocchio, quien le enseñó pintura, escultura, técnicas y mecánicas de la creación artística.

En este periodo, el joven Leonardo frecuentó al también artista Antonio Pollaiuollo, quien le permitió hacer sus primeros estudios de anatomía.

Se sabe que su primer trabajo fue la construcción del orbe de cobre, diseñado entre 1466 y 1471 y proyectado por Brunelleschi para coronar la iglesia de Santa Maria dei Fiori; al que le siguió el cuadro “Bautismo de Cristo” (1472-1475), obra con la que superó a su maestro y que permeó de dinamismo.

A este periodo creativo pertenecen sus obras “San Jerónimo” (1480) y el gran panel “La adoración de los Magos” (1481), que fueron calificados como innovadores y dinámicos, características que otorgó la maestría en los contrastes de rasgos, en la composición geométrica de la escena y en el extraordinario manejo de la técnica del claroscuro del artista.

A los 30 años, en 1482, el artista decidió dejar Florencia para viajar a Milán, donde se presentó ante el poderoso duque Ludovico Sforza, en cuya corte permaneció 17 años, no sólo como pintor sino como inventor hidráulico, mecánico y arquitecto.

Siguiendo las bases matemáticas fijadas por León Bautista Alberti y Piero della Francesca, Leonardo comenzó sus apuntes para la formulación de una ciencia de la pintura, al tiempo que se ejercitó en la ejecución y fabricación de laúdes.

Estimulado por la dramática peste que asoló Milán, el artista proyectó espaciosas villas, hizo planos para canalizaciones de ríos e ingeniosos sistemas de defensa ante la artillería enemiga.

Dentro del ámbito del arte, fue elegido para la realización de una monumental estatua ecuestre en honor de Francesco, el fundador de la dinastía Sforza, en la que trabajó durante 16 años, pero que no logró concretar.

Para el año 1490, el artista crea “Hombre de Vitrulio”, una de las imágenes más conocidas del arte renacentista, que se trata de la solución simbólica de Leonardo a un antiguo problema matemático que tuvo cierta importancia también en la alquimia, conocido como “la cuadratura del círculo”.

Según el sitio especializado en ciencia y tecnología “pijamasurf.com”, en el dibujo, el círculo es el espíritu y el cuadrado la materia, la base en una estructura arquitectónica y aquel que conecta a la materia y al espíritu es el hombre, quien tiene la sustancia que combina ambos: el alma.

En 1494, su amistad con el matemático y fraile franciscano Luca Pacioli le permitió ilustrar su libro “De divina proportione” (1497-1509), trabajo que le valió ser reconocido como el creador de la moderna ilustración científica y emprender diversos proyectos de pintura, arquitectura, anatomía, geografía, botánica, hidráulica y aerodinámica.

Entre 1495 y 1497, el polímita florentino experimenta con la témpera y el óleo sobre una preparación de yeso, para crear “La última cena”, una de las pinturas más famosas del mundo, que representa la última cena entre Jesús y sus discípulos.

A finales de 1499, la llegada de los franceses a Milán obligaron a da Vinci a abandonar la ciudad para llegar a Venecia, donde fue contratado como ingeniero militar, puesto desde el cual proyectó una cantidad de artefactos cuya realización concreta se hizo hasta los siglos XIX y XX.

Luego de 20 años de ausencia, en 1500 Leonardo da Vinci regresó a Florencia, ya siendo considerado uno de los artistas más prominentes de Italia.

De acuerdo con la página “lecturalia.com”, en 1503 realizó la “Gioconda”, su obra conocida en todo el mundo, y a partir de 1506 su vida transcurrió entre Florencia y Milán, realizando varios trabajos como arquitecto para nobles locales.

A partir de 1513 radicó en Roma, donde preparó algunos de sus trabajos más interesantes como inventor, pero tras encontrar siempre obstáculos por parte de la Iglesia Católica, decidió abandonar esta labor y trasladarse a Francia, donde proyectó palacios y ciudades.

Da Vinci dejó un gran número de bocetos y dibujos de todas sus creaciones, siempre consideradas un compendio propio de notas, sin intención de divulgación o enseñanza.

El sitio “theartwolf.com” afirma que “no hay artista más legendario que Leonardo da Vinci. En toda la historia del Arte, ningún otro nombre ha generado más debates, más discusiones y más horas de estudio”.

El 2 de mayo de 1519, el pintor, artista, arquitecto, escultor, filósofo, científico, escritor, paleontólogo, botánico y genio del Renacimiento, Leonardo da Vinci, dueño de una genialidad sin igual, murió en Clos Lucé, Francia, a los 67 años de edad.

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