Setenta años después de la traducción que hizo Cortázar de los Cuentos completos de Edgar Allan Poe, la editorial Páginas de Espuma ha lanzado una nueva edición comentada e íntegra de esa obra clásica, con una nueva traducción que busca “renovar el embrujo” de Poe en los lectores del siglo XXI.
Editada por el escritor mexicano Jorge Volpi y el peruano Fernando Iwasaki, con traducción de Rafael Accorinti, la obra está prologada por dos herederas contemporáneas del maestro estadounidense del terror, la argentina Mariana Enriquez y la española Patricia Esteban Erlés y cuenta con ilustraciones de Arturo Garrido.
Enriquez y Esteban Erlés toman el relevo a Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, quienes prologaron el volumen que la misma editorial publicó hace dos décadas, también de la mano de Volpi e Iwasaki, y que hoy es un “buque insignia” de la casa. Se mantienen de aquella edición los comentarios que introducen cada cuento de escritores como Juan Gabriel Vásquez, Alejandro Zambra, Pilar Adón o Manuel Vilas, entre otros muchos.
Los editores han hecho hincapié, durante la presentación del libro este lunes en Madrid, en la vigencia de estos cuentos en una época en la que “el mal forma parte del mainstream y del discurso político y de nuestra vida cotidiana”, según Iwasaki. “Trump y Musk podían haber sido personajes de Poe”, ha precisado Volpi, quien cree que vivimos en una época marcada por el miedo a personajes como esos, pero también el “miedo al futuro, al calentamiento global o a la IA”. Ambos son conscientes de que los lectores jóvenes de hoy tienen una idea del mal, de lo siniestro o inquietante que han mamado desde su más tierna infancia. “Hoy el lado oscuro y la poética del mal están en todas pares”, ha dicho el peruano. “El personaje oscuro, el antihéroe, siempre ha existido pero hoy son los protagonistas en series como Breaking Bad o Narcos“, ha agregado.
Volpi ha destacado que sin Poe (Baltimore, EEUU, 1809-1949) no existiría Stephen King, el continuador “más obvio” de esa tradición, pero tampoco muchos cómics, videojuegos o series recientes como La caída de la casa de Usher, basada en cuentos de Poe, o Black Mirror. La huella de Poe está en Lovecraft, en Ray Bradbury o en Philip K. Dick; también en clásicos del siglo XX como Borges, Machado, Baudelaire o Quiroga y en maestros de otras artes, como Salvador Dalí, Odilon Redon, Rene Magritte, Alfred Hitchcock o Tim Burton.
Juan Casamayor, fundador de Páginas de Espuma, ha señalado que la traducción de Cortázar es “más poética y atmosférica” y que es “imposible” de superar, pero también ha resaltado que “todo clásico merece una traducción contemporánea” y que la de Accorinti es “la mejor posible”. Aporta, ha explicado el traductor, una mirada “contemporánea” y “profesionalizada” y aclara algunas imprecisiones o inexactitudes. Antes que él también tradujeron a Poe Julio Gómez de la Serna o Rafael Cansinos Assens. Baudelaire le introdujo en Europa en 1856 y Cortázar lo adaptó cien años después. Esta edición sirve también para conmemorar el 175 aniversario de la muerte de Poe y los 25 años de la editorial.