“Estoy feliz de informar que tendremos el nuevo calendario de gira en los próximos días. ¡Nos vemos pronto para una más que merecida celebración!”, así ha anunciado Madonna a través de Twitter (ahora X), una noticia que muchos de sus fans esperaban: la gira que tuvo que posponer por cuestiones de salud, está de regreso.

Así es: La Reina del Pop ha vuelto. Lo ha hecho tras plantar cara a la mismísima muerte, después de enfrentarse a una grave enfermedad y de hacer oídos sordos a las múltiples críticas sobre su forma de vivir la vejez. Ahora, demuestra una vez más su unicidad volviendo a los escenarios.

Marcada desde la infancia

Madonna Louise Ciccone nació el 16 de agosto de 1958 en Bay City, Míchigan. Hija de Madonna Louise Fortin y Silvio Anthony Ciccone, tiene ascendencia franco-canadiense por parte de madre e italiana por parte de padre.

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Siendo la tercera de seis hermanos, Madonna creció en un entorno tradicional, aunque marcada a edad muy temprana por la tragedia: a los cinco años su madre falleció de cáncer de mama.

Aquello la marcó durante toda su primera etapa, y llegó a definirse en Vanity Fair como “una chica solitaria que andaba buscando algo”. Pero si había algo que entonces tenía claro era que “quería ser alguien”.

Y es que, más allá de las adversidades, Madonna tuvo una vocación artística precoz y demostró pasión por la música, y, más allá de ser una estudiante modelo en el colegio e instituto, obtuvo una beca de danza para la Universidad de Míchigan y tomó clases de ballet.

Tras mudarse a Nueva York en busca de su sueño, Madonna luchó por abrirse paso en la industria musical. Combinaba un empleo como camarera en el Dunkin’ Donuts con trabajos en grupos de baile y actuaciones en clubs nocturnos, incluyendo la banda “The Breakfast Club”, en donde tocaba la guitarra y la batería.

Artista transgeneracional

Pero todo cambió cuando, en 1982, firmó un contrato con el sello discográfico Sire Records, perteneciente a Warner. Tras dos exitosos sencillos, “Everybody” y “Burning Up”, llegó su primer álbum, “Madonna” (1983).

Tanto este primer trabajo como su segundo disco, “Like a Virgin” (1984), confirmaron que no sólo había nacido una estrella, sino que el nombre de Madonna estaba destinado a brillar en el firmamento de la música.

Y es que década tras década, generación tras generación, Madonna ha logrado mantenerse en lo más alto adaptándose a las tendencias de cada temporada… O, muchas veces, siendo ella misma quien las creaba, tanto en la moda como a lo largo de su extensa discografía.

En 1986, llegó “True Blue”, seguido por “Like a Prayer” en 1989. En 1992, presentó “Erotica” y después “Bedtime Stories“, en 1994. Luego, en 1998, sorprendió con “Ray of Light”, al que le siguió “Music”, en el año 2000.

En 2003, lanzó “American Life“, seguido por “Confessions on a Dance Floor” en 2005. Continuando su carrera, en 2008 llegó “Hard Candy”, seguido por “MDNA” en 2012. En 2015, presentó “Rebel Hear” y, en 2019, su álbum “Madame X”.

Amor y maternidad de una diva

En cuanto al amor, Madonna ha caminado hasta el altar en dos ocasiones.  Su primer matrimonio fue con el actor Sean Penn en 1985 pero se divorciaron en 1989 bajo rumores de violencia doméstica.

Antes de eso, en sus inicios, Madonna estuvo primero con su compañero de “The Breakfast Club” Dan Gilroy y posteriormente con Stephen Bray, con quien estuvo en la banda Emmy y quien produjo parte de “Like a Virgin”. También salió con Jean-Michel Basquiat y Jellybean Benítez.

Después de su divorcio con Penn, se la relacionó con varias personalidades, entre ellas el hijo del presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy Jr, o músicos como Lenny Kravitz, Vanilla Ice y Tupac Shakur. Otros nombres que resonaron junto a ella son los de la actriz Jenny Shimizu, el jugador de beisbol Jose Canseco y el modelo Tony Ward.

Posteriormente, Madonna mantuvo una relación con Carlos León, bailarín y preparador físico de la cantante, junto al que tuvo a su primera hija, Lourdes María. Después, en el 2000 contrajo matrimonio con el director de cine británico Guy Ritchie y tuvieron un hijo, Rocco, antes de divorciarse en 2008.

Después de eso, Madonna ha estado con el modelo y DJ brasileño Jesús Luz, con los bailarines Brahim Zaibat y Timor Steffens, los modelos Kevin Sampaio y Abouabakar Soumahoro y el bailarín Ahlamalik Williams. Y desde marzo de 2023 parece haber encontrado de nuevo el amor en el entrenador de boxeo Josh Popper.

Regresando de la muerte

Además, del amor, la maternidad ha sido clave en la vida de Madonna. Porque junto a sus dos hijos biológicos, Lourdes y Rocco, la Reina del Pop tiene otros cuatro hijos adoptivos: David, Mercy y las gemelas Estere y Stella.

Pero la razón por la que la artista ha sido noticia en las últimas semanas no ha tenido que ver con su vida amorosa y familiar, ni tampoco con ningún nuevo disco sino, desafortunadamente, con su estado de salud.

Eran muchos los fans preocupados por el estado de la cantante, de quien comentaban un “abuso” de los filtros en redes sociales junto al maquillaje para no aparentar su edad. Pero las alarmas saltaron de verdad cuando el pasado mes de junio la artista no sólo tuvo que posponer su gira, sino que estuvo ingresada en el hospital con un diagnóstico grave.

Su manager, Guy Oseary explicó a través de redes sociales que “Madonna desarrolló una infección bacteriana que la ha llevado a permanecer en la UCI”.  Y es que, tal y como informaron recientemente medios como Skynews, estuvo clínicamente muerta y tuvo que ser revivida con el uso de Narcan.

Ahora, la diva ha agradecido a sus allegados, especialmente a sus hijos, el cariño recibido, y ha escrito en redes sociales que “el amor de la familia y los amigos es la mejor medicina”. También ha querido dar a sus seguidores “gracias nuevamente por el increíble apoyo y paciencia de las últimas semanas”.

Y a todo ese apoyo, Madonna lo va a agradecer más que con palabras: con canciones y espectáculo. A la Reina del Pop le queda corona para rato y el regalo de su 65 cumpleaños es volver a brillar en los escenarios para que no pare la música.

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