Un espacio contra el olvido, una voz que recuerda el derecho a la memoria y a la identidad. Esto representa el repositorio nacional digital Memórica, una iniciativa del gobierno federal que busca difundir, “en un hecho sin precedentes”, los acervos históricos y culturales de distintas instituciones del país.

Presentado formalmente el 19 de febrero pasado por la Coordinación Nacional Memoria Histórica y Cultural de México, producto de un trabajo previo que comenzó desde mayo de 2019, este sitio ofrece casi 53 mil objetos digitales que pretenden ser útiles tanto para los niños de primaria como para los investigadores especializados.

Con el subtítulo “México, haz memoria”, la página (https://memoricamexico.gob.mx) reúne, clasificados por temas, documentos escritos, fotografías, videos, audios, libros y testimonios orales de archivos federales, estatales, municipales y universitarios, colecciones privadas y familiares; así como cinco exposiciones digitales.

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Regiones naturales

La doctora en Historia y Etnohistoria Gabriela Pulido Llano, directora general de la coordinación, detalla la importancia de Memórica como proyecto colectivo. “La idea es que sumemos los esfuerzos para poder promover a la memoria histórica y cultural de este país como un punto estratégico de conciliación y reconciliación. No es un asunto efímero”.

La especialista destaca que, hasta el momento, han firmado convenios con 20 instituciones, cuyos acervos ya están visibles, y trabajan para incorporar a 20 más; entre éstas destaca el Archivo Histórico del periódico Excélsior, que implica la colaboración para difundir varios temas de interés nacional.

Este repositorio no es meramente institucional, como el resto, es interinstitucional, ya que trabaja en colaboración con las dependencias que resguardan el patrimonio y lo conocen. Para nosotros era muy importante acompañar al régimen construyendo una herramienta que nos ayudara a no olvidar”, afirma en entrevista.

Exposiciones

La egresada de la UNAM y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia explica que en realidad esta idea surgió desde 2018. “Comenzamos a hacer el esquema general del proyecto y, a partir de mayo de 2019, empezamos a trabajar ya en forma todo lo que es la estructura; también se inició el acercamiento institucional.

Memoria Histórica y Cultural de México tuvo personalidad jurídica hasta noviembre de 2019. Sólo invitábamos a las instituciones a trabajar, pero hasta después pudimos concretar el intercambio y la colaboración a través de convenios específicos y se avanzó de una manera más estructurada”, cuenta.

La idea es construir una herramienta que se mantenga vigente a largo plazo. Los contenidos están pensados para perdurar”, agrega la investigadora y aclara que por esta razón no tienen prisa ni se han fijado metas cuantitativas, pues “nos interesa más lo cualitativo”.

Colecciones

Pulido descarta que, como se ha hecho público, Memórica busque incorporar 800 mil archivos, “pues ese número no existe ni en América Latina”, ni tampoco alcanzar los 800 mil objetos digitales. “No podemos saber nuestro ritmo de crecimiento, porque dependemos de las decisiones de nuestros colaboradores, cuyos tiempos respetamos”.

Dice que, “a diferencia de quienes observan en este trabajo cierta lentitud, creo que es todo lo contrario. Estuvimos trabajando sin personalidad jurídica, construyendo la estructura, y luego se viene el encierro y la contingencia de la pandemia. Y, aun así, tenemos 53 mil objetos digitales, con los cuales la gente puede apreciar el valor y la diversidad del patrimonio cultural de México”.

PROYECTO COLABORATIVO

David Esquivel, director de Desarrollo y Producción Digital de la coordinación, destaca que Memórica es un repositorio de difusión. “Tiene uno de los retos más ambiciosos de este tipo de proyectos. A diferencia de los otros, va más allá, porque busca sumar la mayor cantidad de colaboradores. Es decir, el trabajo está cimentado desde una parte colaborativa. No es sólo solicitar los archivos a las instituciones que los custodian, sino que se hace un trabajo en conjunto a diversos niveles.

Es un repositorio que no sólo incorpora material digitalizado, sino que posee una metodología para armonizar la diversidad de documentación. Como no tiene bajo su custodia ninguno de estos archivos, el reto sin precedentes está en integrar las prácticas documentales de cada uno, homogenizarlas y difundirlas en su solo espacio”, explica.

David Esquivel

El comunicólogo agrega que la meta para este año es seguir sumando colaboradores. “Ellos son la parte visible del proyecto, son los que tienen bajo su custodia los recursos digitales que nos comparten; nosotros no tenemos facultad de ley sobre ningún tipo de archivo, por eso respetamos los tiempos que ellos nos marcan”.

El promotor añade que otro de sus objetivos es formar usuarios activos, no pasivos, por lo que proponen en la página el cruce de diversos temas y disciplinas artísticas. Como ejemplo menciona el archivo de la familia del cineasta Enrique Rosas, director de la película silente El automóvil gris, de quien se exhiben fotografías inéditas, tanto de él como del rodaje de la cinta, el guion y notas al guion; además de pinturas que donó su nieto, del mismo nombre.

Infografías

Y adelanta que acaban de acordar con la Filmoteca de la UNAM, en el marco de su 60 aniversario, presentar dos ciclos temporales de cine, uno de cintas silentes de ficción mexicanas y otro de filmes de la Revolución. Durarán dos meses cada uno. “Éste es el tipo de cruces que proponemos”, concluye.

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