El Museo del Louvre de París, que aloja el retrato más famoso del mundo, reabrió este lunes tras cuatro meses de cuarentena por el COVID-19.
Las mascarillas serán obligatorias y el número de visitantes será limitado y con reservas obligatorias.
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Entre los turistas que regresaban a las salas estaba Zino Vandenbeaghen, que viajó desde Bélgica para disfrutar del espacio libre en el Louvre y el Palacio de Versalles.
“Es fantástico”, comentó. “El momento ideal para visitarlo”.
En torno al 70 por ciento del enorme museo -45 mil metros cuadrados de superficie, o el equivalente a 230 canchas de tenis-, con 30 mil de las valiosas obras del centro, volvía a ser accesible para un público que se vio privado de arte durante el confinamiento.
“Es un momento de mucha emoción para todos los equipos que han preparado esta reapertura”, señaló Jean-Luc Martinez, director del museo.
Antes de la pandemia, la mayoría de los visitantes en el que era el museo más visitado del mundo llegaban del extranjero, liderados por viajeros de Estados Unidos.
Los estadounidenses aún no pueden viajar a la Unión Europea, que está reabriendo sus fronteras de forma gradual. El Louvre confiaba en que la reapertura atrajera visitantes más cercanos, incluidos los de la región de París, aunque se preparaba para un descenso de la asistencia.
Martínez dijo que el museo esperaba apenas 7 mil visitantes el día de la reapertura.
Antes de la pandemia, hasta 50 mil personas entraban en el Louvre en los días más atareados.