La película La vida de Brian, una de las comedias más irreverentes y aplaudidas de la historia del cine, fue algo así “como la historia de la Iglesia contada en cinco minutos”, dijo en cierta ocasión Terry Jones. “Encuentras a alguien en quien creer, y en el plazo de esos cinco minutos todo el mundo se divide en facciones diferentes, y se acaban matando entre ellos porque no se ponen de acuerdo en interpretar lo que quería decir”. Quizá por eso la línea más famosa de Jones, cuando interpretó a la madre de Brian, fue el momento en que se asoma a la ventana para dirigirse a las decenas de fanáticos que siguen a su hijo.

-“No es el Mesías. Es simplemente un chico muy travieso”.

Jones, miembro del grupo de humor británico Monty Python, era sin duda un chico muy travieso. Y a la vez era un hombre del Renacimiento con una sabiduría desbordante, que actuó, dirigió, escribió y compuso música. Nacido en Colwyn Bay (Gales), era uno de los dos únicos componentes de la banda que no nació en Inglaterra. De una brillantez académica fuera de lo común, destacó a su paso por el Royal Grammar School (una institución pública para los alumnos con mayor potencial académico) de Guildford, donde también fue capitán de los equipos de rugby y de boxeo. No se dedicó entonces a actuar, porque “el arte dramático era entonces sinónimo de homosexualidad y de todo lo que tiene de bestial la naturaleza humana”, explicó.

Fue en la Universidad de Oxford, mano a mano con Michael Palin, donde surgió con fuerza su vena creativa. Los números teatrales interpretados por ambos atraían una masa de público muy superior a la normal en ese ambiente académico, y llegaron a aparecer en escena en el Festival de Edimburgo. Fueron elaborando el embrión de ese humor alejado de la sátira, más cercano a la locura y al surrealismo, con el que el mundo conoció a los Monty Python.

Fue la unión de estos dos genios con otros cuatro (ellos procedentes de Oxford, el resto de Cambridge) la que produjo el grupo cómico que más huella ha dejado en la historia reciente del Reino Unido. La serie Monty Python´s Flying Circus se estrenó en televisión en 1969, y solo duró cuatro temporadas. Su impacto fue tal que dio la impresión de que estuvo en los hogares británicos durante décadas.

Jones tenía una afición particular por el travestismo, y sus personajes de mujer con una voz chillona -incluida la madre de Brian- fueron antológicos. Sus intereses iban mucho más allá que la mera actuación, y en colaboración con Terry Gilliam, otro de los miembros del grupo, dirigió la primera incursión en el cine de los Monty Phyton: Los caballeros de la Mesa Cuadrada.

El siguiente filme, sin duda el más recordado del grupo, La vida de Brian, fue dirigido exclusivamente por Jones. “Más una herejía que una blasfemia”, la película fue prohibida en Irlanda y en partes del Reino Unido. Con el paso del tiempo acabó aclamada como una gran comedia.

Después de la separación del grupo, Jones siguió trabajando como director, guionista y escritor. Llegó a firmar unos veinte cuentos infantiles, y desarrolló un interés como historiador por la Edad Media. Tres de sus libros, en especial Medieval Lives (Con el doble sentido de Vidas de la Edad Media o La Edad Media Está Viva) se convirtió en un superventas. En él se burló con brillantez de un periodo reverenciado en las leyendas británicas. “Les llevó 200 años a los cruzados crear el fanatismo musulmán actual, la imitación exacta de la intolerancia cristiana”, escribió. Jones tuvo además tiempo para ser un brutal opositor a la decisión del Gobierno de Tony Blair de embarcarse en la Guerra de Irak. Desde las páginas del diario The Guardian, Jones criticó sin piedad esa cruzada.

En septiembre de 2016,  se le diagnosticó una afasia progresiva primaria, enfermedad neurodegenerativa que provoca un deterioro progresivo del lenguaje, por lo que desde entonces no concedió entrevistas.

“Estamos profundamente entristecidos al tener que anunciar el fallecimiento de nuestro querido marido y padre”, confirmó este miércoles su familia en un comunicado. “Terry falleció en la tarde del 21 de enero a la edad de 77 años, con su esposa Anna Soderstrom a su lado, tras una larga batalla que afrontó con extrema valentía y siempre de buen humor contra una rara variante de demencia”, añadía la familia del artista. “Su trabajo con los Monty Python, sus libros, películas, programas de televisión, poemas y otros proyectos vivirán para siempre”. Su enfermedad fue una cruel ironía para un actor y guionista que, junto a otros cinco compañeros, supo retorcer el lenguaje y llevar al absurdo más irreverente los convencionalismos de la sociedad británica. Jones tuvo dos hijos con su primera esposa, Alison Telfer, y un tercero con su segunda, Anna Soderstrom.

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