Por Elena Poniatowska 

Hablar con Graciela de la Torre es una lección de vida y de aprendizaje de lo que significa el gran arte mexicano. La conocí gracias a la amistad de Iván Restrepo, y escucharla en conferencias en el auditorio del Museo Nacional de Antropología y en otros foros culturales es un privilegio. Cuando Graciela dirigió el Museo de Arte Nacional de San Carlos la escuché en Los pinceles de la historia, serie de conferencias de altos vuelos. Además de cautivar a su público, Graciela de la Torre sabe tomar decisiones. Directora de artes visuales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante ocho años, ahora se responsabiliza de la Cátedra Extraordinaria de Inés Amor de Gestión Cultural de la UNAM, y me dice que la situación de los museos es terrible.

–Es gravísima, porque los museos ya venían arrastrando la pérdida de la memoria. No había un programa definitivo para la adquisición de acervos ni inversión para las nuevas tecnologías; no te estoy hablando del siglo pasado, ¿eh? No adquirimos herramientas digitales, no había renovación de la infraestructura, y con la creación de la Secretaría de Cultura tampoco hubo gran cambio.

–¿Y ahora?

–Esta administración ha sido verdaderamente letal para las instituciones museísticas, no sólo para los museos del Estado, sino para los privados. Los museos están agonizando, y a partir de marzo de 2020, con esta pandemia, van a tener un problema enorme en su resiliencia; algunos van a desaparecer porque no tienen posibilidad de sobrevivencia. El Estado mexicano no reconoce la crisis ni invierte recursos –como se ha hecho en otros países–, sino que un decreto del 22 de abril 2020 reduce al mínimo el presupuesto de los museos, y olvida que 75 por ciento disponible para servicios generales, materiales y suministros se ha eliminado.

Esto se suma a recortes como el del pasado abril, el memorando uno, que asestó un golpe tremendo a las finanzas de los museos porque implanta medidas de austeridad para rescatar a Pemex. ¡Diez partidas se reducen en 30 por ciento, incluso, en estudio e investigación! No se contempla siquiera que estar al día en nuevas tecnologías es un derecho cultural. Se han hecho recortes tremendos a la inversión en nuevas tecnologías en México. Vivimos en una situación muy alarmante.

–Es difícil pensar en un centro cultural sin dinero para investigar…

–También se reducen las posibilidades de viajar. Los museos del mundo están conectados entre sí, los responsables tienen que mantenerse al día con otros museos, tienen que viajar y recibir a otros especialistas, porque vivimos en un mundo global, no en uno focal y doméstico. Repito: la situación es letal. Desde abril, el Consejo Internacional del Museo predice que 13 por ciento de los museos no van a subsistir.

–Tendría que cambiar la política pública…

–Sí, para poder contrarrestar los efectos de la crisis que aceleró –o agudizó– la situación en la que ya vivían nuestros museos.

–De ahí tu protesta…

–Por eso, Jorge Volpi y yo escribimos una carta pública, Frente Pro Museos, donde pedimos que se reconozca la crisis en la que vivimos por falta de apoyo económico y que se postergue la construcción de Los Pinos y del Museo de Arte Contemporáneo (MUAC), porque 40 museos, espacios y salas dedicadas al arte contemporáneo en este país no tienen cómo sobrevivir.

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Cultura centralista

–¿Todos en la capital?

–Este país necesita descentralizar la cultura, y el proyecto actual, que además ni siquiera conocemos, es totalmente centralista. No hay un diagnóstico del impacto de la crisis en nuestras instituciones culturales, no hay nada sobre su funcionamiento y su estructura. Es tremendo también que no sólo no hay inversión, sino que estamos imposibilitados para insertarnos dentro del mundo de las nuevas tecnologías.

–¿Los museos corren el riesgo de desaparecer?

–Creo que los museos están agonizando. Pasan de museos asintomáticos (donde hacían exposiciones grandiosas y recibían a un gran público, a pesar de sus malas circunstancias) al estado actual, que es totalmente crítico.

–¿Avistas alguna solución a futuro?

–No, no vemos intención de solucionar la crisis de la cultura de ninguna manera.

–¡Qué horror! He sabido que también a los actores y a los bailarines les va muy mal sin sus escenarios, y me pregunto: ¿de qué viven ahora?

–¡A los de teatro les están ofreciendo 15 mil pesos, ¡por Dios santo! Los artistas, el gremio cultural se encuentra en una situación crítica…

–¿La iniciativa privada?

–La iniciativa privada ayuda de alguna manera, el Patronato de Arte Contemporáneo da becas de 10 mil pesos, y ya atendió una primera solicitud de 400 personas, imagínate. El patronato del Museo Universitario de Arte Contemporáneo también hace una campaña 20-20, porque están cerradas las galerías, cerrados los mercados, cerradas todas las posibilidades. Entonces, ¿de qué viven? Los museos privados que viven de taquillas no tienen ingresos. No hay un plan de rescate para nuestras instituciones. No hay inversión, pero hay gasto en cosas que, en este momento, no son necesarias, como el Espacio Cultural de Los Pinos y el bosque de Chapultepec, que tiene mil 68 millones a su disposición y arranca con gran opacidad… Otro es el del Museo del Maíz “un proyecto fast track”…

–Creo que el Espacio Cultural del Bosque de Chapultepec está suspendido, pero para ti, por lo visto, lo importante es que funcione lo que ya existe…

–Mira, lo primero sería reconocer la crisis, hacer un diagnóstico y destinar recursos para solucionar o paliar la situación.

“La UNAM hizo un diagnóstico, ‘Para salir de terapia intensiva. Estrategias para el sector cultural hacia el futuro’, que firmamos Jorge Volpi y yo, pero no hay nada en el sector de políticas públicas. Vivimos en un clima de posguerra. Ni siquiera sabemos cómo será con la nueva normalidad. En Europa hubo un plan Marshall para rescatar los sitios más golpeados; en México no hay nada de nada.”

–¿Toda la economía de México gira en torno a la extracción del petróleo?

–El memorando del que te hablo causó un impacto tremendo. Diez partidas reducen 30 por ciento a investigaciones y 75 por ciento, nueve partidas, se destinan al rescate de Pemex. Ésta es la ruina a las instituciones culturales.

–Sin embargo, el viernes 31 de julio La Jornada anunció una gran exposición virtual de 167 cuadros de El París de Modigliani en Bellas Artes, con acceso gratuito…

–Ahí sí, Elena, felicitaciones a los profesionales mexicanos del arte que han hecho un esfuerzo titánico, sobresaliente, como el del MUAC, por tratar de mantener la interacción con el público.

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